viernes, 31 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 39: Tempi duri per i vampiri (1959)

Dracula Cha Cha Cha, por Jaime Grijalba.
Es conocida la posición de Christopher Lee sobre el papel que lo haría más famoso en su período actoral. Él odiaba el personaje de Drácula, creía que no tenía contenido, que no era divertido, que los guiones que escribían para él no eran lo suficientemente buenos, que era mejor que se olvidaran del personaje en la Hammer. Hubo una ocasión en que simplemente se negó a decir sus parlamentos y decidió actuar el papel de manera completamente muda. No tomaba en serio el rol, aunque vez que lo interpretaba, lo hacía de manera impecable, limpia y magistral, una belleza irreplicable... o tal vez sí. Es extraño que un año después del estreno de "Dracula" (1958) una de las obras de la Hammer más conocidas y exitosas, además de críticamente valorada, Christopher Lee aceptara realizar un papel muy parecido a Drácula en la producción italiana Uncle was a Vampire, dirigida por el inmortal y más conocido director de comedias italianas de todos los tiempos: Steno.
Es curiosa su aparición y su uso, obviamente marqueteado al máximo en su tiempo poniendo a Christopher Lee en los posters como si fuera un personaje que apareciera en toda la película (aunque algunos podrían decir que aparece más que en otras cintas de Drácula de la Hammer), sin aparecer por mucho tiempo. Él cumple el papel de ser el tío de nuestro protagonista, un clásico avatar del cine de comedia italiano: un bajito sin mucha suerte en el amor, pero que siempre resulta ser un deslenguado que de alguna manera u otra termina teniendo a la chica de sus sueños. La historia en sí toma ese arquetipo y lo pone como dueño de un enorme castillo, el cual tiene que vender para poder pagar sus impuestos, vendiéndolo a una cadena hotelera. Al hotel llega un enorme paquete, un ataud que tiene al tío, que ha anunciado su llegada al castillo de su sobrino para poder visitarlo. Claro, el tío es un vampiro interpretado por Christopher Lee, el cual empieza a hacer de las suyas, ocasionando en la final conversión de nuestro personaje principal en un vampiro sediento.
Lo malo es que esto ocurre en el minuto 45, como a la mitad de la película, y es entonces donde agarra un ritmo y un humor imprecedente hasta ese momento, que se encontraba bastante flojo y aburrido, siendo Christopher Lee la principal razón para estar atento. Estos momentos, en los cuales cuenta la mordedura de 42 doncellas por parte de este curioso personajillo que empieza a peinarse y vestirse como Bela Lugosi, hace de la película algo que puede dejarse ver de su mitad en adelante. La primera mitad yo la adelantaría, porque de verdad tira para abajo una película que de verdad pudo haber sido muy divertida si se hubieran empezado a forzar ciertos elementos como el hablar a cámara o los juegos de capas y disfraces que ocurren en la segunda mitad.
6/10

jueves, 30 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 38: The Brood (1979)

Nueva Carne, por Jaime Grijalba.
Desde los tempranos días del cine de terror, esto es cuando ya se consideraba un género establecido y con la suficiente fuerza como para empezar a tocar temas profundos tanto de la psicología como de la sociedad (como los mejores ejemplos del género suelen hacer), se empezó a usar a los niños como figuras interesantes a la hora de recibir o causar el terror del cual se trataba la película. Creo que el ejemplo que primero se me viene a la mente de niños como causantes del terror es la clásica y seminal "The Bad Seed" (1956), donde era más el mal comportamiento y el mal como abstracto el que afectaba a nuestra joven malvada. Así, a lo largo de los años, se ha hablado e interpretado a cientos de niños malvados que producen horror en nuestros corazones, y se siguen haciendo hasta nuestros días. Sin embargo, creo que uno de los mejores ejemplos del terror infantil, llevado a un nivel biológico y sicológico más profundo, se puede ver en esta cinta de Cronenberg de fines de los años 70, "The Brood" (1979).
Desde una perspectiva más personal y sicológica empieza a realizar y escribir esta cinta el director más conocido y famoso del cine de terror sobre el cuerpo, David Cronenberg, que justo estaba pasando por un horrible momento personal, en el cual estaba separándose de su esposa y estaba en un juicio por la custodia de sus hijos. Se nota que esos elementos entraron en su consciente y fueron entrando de manera cada vez más explícita en su forma de contar la historia tanto visualmente como a través de los diálogos de los personajes. Trata sobre una familia que se encuentra dividida temporalmente: la madre se encuentra en tratamiento sicológico especial y el padre trata de vivir con su hija a medida que empieza a aparecer el peligro y el horror. Un día, luego de la visita semanal en la que el padre de familia lleva a la hija para que converse y se junte con su madre, encuentra que ella tiene rasguños y golpes en su espalda. El padre busca explicaciones al sicólogo en cargo de la extraña atención que recibe su esposa, sólo pára ser amenazado de que si aleja a la hija de la madre, malas cosas van a pasar.
La historia se desenvuelve y degenera en el horror puro rápidamente cuando la hija es dejada en la casa de su abuela y vemos en paralelo cómo la terapia que le hacen a la mujer nos descubre cómo odia a su madre. Rápidamente la película no tiene problema en poner en paralelo la idea de que el odio de ella se está manifestando en un pequeño bebé mutante que toma un martillo y masacra brutalmente a la madre de ella bajo la inocente mirada de su nieta. Esas criaturitas deben ser la cosa más diabólicamente asustadiza que ha salido de la mente de Cronenberg, una mezcla entre enanos asesinos y furias salvajes salidas de la naturaleza humana y de su rabia. Si hay algo que lamento, pero tan sólo un poco, es que la conexión entre la mujer y los ataques violentos es hecha muy rápidamente, sin dar lugar a la duda, el misterio y la investigación. Una oportunidad perdida en ese sentido.
Sin embargo, la fotografía, el maquillaje y esos horribles momentos finales hacen de esta película una obra importantísima del terror de los años 70, sin duda uno de los mejores ejemplos de lo mejor de la obra de Cronenberg y sin duda, un gran espectáculo actoral y artístico que merece ser visto lo antes posible.
9/10

miércoles, 29 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 37: Sentô shôjo: Chi no tekkamen densetsu (2010)

Weird Shit, por Jaime Grijalba.
Esta película está dividida en capítulos, tiene tres directores distintos dirigiéndola y debe ser una de las cintas más bizarras, quiero decir, basta con mirar la foto que puse al principio de este post para comprobarlo. Hay algo que no se puede evitar cuando uno empieza a analizar las cintas de la Sushi Typhoon, primero porque claramente se está aprovechando de un surgimiento increíble en los últimos años de películas ultra-violentas y altamente sexualizadas que nos vienen desde el país nipón. Entonces, como primer experimento dentro de esta compañía que se dedica a distribuir y producir cintas de este tipo, que se fueran por el camino correcto y contrataran a tres de los directores más importantes de ese neo-género nipón: Noboru Iguchi ("Robo-geisha" (2009), "Kataude mashin gâru" (2008), entre otras), Yoshihiro Nishimura ("Kyûketsu Shôjo tai Shôjo Furanken" (2009), "Tôkyô zankoku keisatsu" (2008), además de trabajar en todos los efectos especiales y maquillaje de cintas parecidas) y Tak Sakaguchi ("Yoroi: Samurai zonbi" (2008), "Sakigake!! Otokojuku" (2008), además de ser actor en muchas cintas de género en papeles más o menos protagónicos).

Pongo más imágenes no porque crea que sea una obra maestra... bueno, puede llegar a ser la obra maestra del género neo-gore japonés, porque es la más loca de las películas en el sentido de su inventiva y trama, así como los temas que toca respecto a la sociedad actual japonesa. Tenemos un grupo de mutantes, como el título lo sugiere: Mutant Girls Squad que se encarga de realizar varios asesinatos y misiones distintas en un Japón post-futurista. Todos esos elementos, los efectos especiales baratos, los disfraces, la sangre, las mutilaciones y las secuencias sexuales casi-explícitas (recordemos que en Japón no se pueden mostrar genitales). Sin embargo, pongo más fotos porque no sé cómo explicar o criticar la película, quiero decir que tuve un buen tiempo viéndola, el tiempo más extraño y excelente que he tenido en mucho tiempo, quiero verla de nuevo y quiero ver más, pero por ahora los dejo con más imágenes de esta locura, que es altamente visual y rica en esas imágenes grotescas.


8/10

martes, 28 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 36: Invasion of the Body Snatchers (1956)

¿Acaso importa?, por Jaime Grijalba.
Esta es una cinta clásica a la hora de discutir la amalgama de ciencia ficción y terror que vino a tomar los años 50 en norteamérica y todo el mundo a través del terror a la carrera especial, el terror atómico y tantos otros terrores, como el del volver a la guerra, los cuales fueron plasmaron por los directores de diversas maneras, y generalmente esos terrores quedaban representados no de manera literal, sino a través de monstruos, alienígenas, invasiones, enfermedades, destrucción y otros elementos que serán vistos caso a caso. En este momento, la película se inserta en un contexto importante, el de la Guerra Fría en sus momentos más candentes, con la guerra de Corea aún fresca en la memoria de las personas, y las primeras experiencias de espionaje entre las dos naciones enemigas, las primeras señales de paranoia y la gran cantidad de propaganda para evitar que el comunismo llegara y se apoderara de las pooobres mentes norteamericanas (ay, pero qué sarcasmo), es en este contexto de las duras reprimendas del MacArthurismo en que sale a la luz esta película sobre alienígenas del espacio exterior que vienen a asentarse en nuestra tierra para suplantarnos. ¿Cómo lo hacen? De alguna manera una espora que cae desde el espacio crea un "pod" o vasija donde se cría un doble tuyo pero con la personalidad alienígena (una personalidad plana y constante que se confunde con la de la mayoría de los extraterrestres), y a medida que este se forma, tu cuerpo real, mientras duermes, se va transformando en él o se va deshaciendo lentamente como si un ácido te hubiera llegado a la cara. Es clara la alusión política que se puede sacar apresuradamente: los aliens son los comunistas que vienen a quitarle la inteligencia a los americanos, ingresando secretamente al país, instruyéndolos en el marxismo y transformándolos en una masa que no piensa y que simplemente obedece a los mandatos expuestos por el marxismo, trabajando en comunidad, como una sociedad comunista perfecta. Sin embargo, uno también puede pensarla para el otro lado, puede decir que es una alegoría de los resultados del MacArthurismo, que buscaba un Estados Unidos envasado y con una imagen clara hacia el exterior, como si fuera el perfecto suburbio no pensante, que no cuestionara el capitalismo en ningún momento y que siguiera los mandamientos del gobierno sin ser cuestionados bajo ninguna perspectiva... claro que investigaciones posteriores con respecto al director de la cinta, Don Siegel, uno puede averiguar que él estaba mucho más cercano a la primera perspectiva que a la segunda, políticamente hablando, pero creo que nuestro director mas bien se aprovechó de un momento políticamente sensible para todos los norteamericanos de la época para dar una película que podía agradar a amabas interpretaciones, aunque prefiriera una por sobre otra, creo que aún así resulta una tremenda y asustadiza pieza de ciencia ficción y horror. Tiene actuaciones fenomenales, una fotografía exquisita, un ambiente y una banda sonora que son de antología, sin duda una de las mejores películas norteamericanas de los años 50 y de todos los tiempos, una gran obra de género que siempre se mantiene en movimiento, nunca aburre y siempre se mantiene interesante, estando al borde de la locura y la paranoia, de alguna manera siendo el mejor documento sobre los sentimientos y lo que vivían las personas por esos años en su diario vivir, desconfiando de todos y de hasta de quienes no deberías desconfiar.
9/10

lunes, 27 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 35: Duel (1971)

Nouvelle Vague, por Jaime Grijalba.
Tal vez una de las mayores inspiraciones para Steven Spielberg sea el cine del espectáculo de Cecil B. Demille, con enormes sets, grandes efectos especiales, actores legendarios, historias moralísticas, grandes secuencias de gran complejidad y costo, además de tener una enorme capacidad de atraer al público en masas con las películas más grandes que el cine había visto hasta ese entonces. Bueno, creo que eso puede aplicarse al Steven Spielberg que tenemos hoy en día realizando cintas épicas como "War Horse" (2011) o la próxima a estrenarse "Lincoln" (2012) que promete ser una biopic tremenda de uno de los presidentes más recordados de la historia en el mundo, debido a su involucración en uno de los eventos norteamericanos más interesantes de estudiar: la guerra civil. Sin embargo, en este primer ejercicio en terror, suspenso y cinematografía para televisión, tenemos una presencia de Demille combinada con una mayor presencia de directores de la nueva ola francesa, la Nouvelle Vague, siendo las principales inspiraciones Godard y Truffaut, directores polarmente opuestos en cuanto al cine que finalmente realizaron en sus vidas, pero que realizaron películas que de alguna manera tuvieron su clara influencia sobre esta meditativa pieza de terror mecánico que se conoce como "Duel" (1971).
La premisa y la película es simple. Un auto va por una carretera en medio del desierto, nuestro conductor quiere llegar pronto a su destino, está apurado, y todo sale mal cuando un enorme camión (demoníaco, lanzando humo por su escape) le bloquea el camino, impidiéndole que lo adelante a cada momento en que parecen competir. Sin embargo, nuestro audaz automovilista logra finalmente adelantar al camión, pero el conductor de ese monstruoso auto parece no gustarle el gesto, así que ha decidido perseguirlo, golpearle el parachoques y seguirlo para donde sea que vaya, arrasando con todo a su camino con el fin de matar a nuestro pobre automovilista por el simple hecho de atreverse a adelantarlo. Háblenme de otro caso de furia de camino, por favor. Entonces seremos testigos por la siguiente hora y algunos minutos una constante persecución entre ambos elementos: auto pequeño y camión enorme. La película está grabada con una maestría y peculiaridad que resulta siempre interesante cuando se le compara con películas de la nueva ola francesa, sobre todo "À bout de souffle" (1960) en la cual Jean Paul Belmondo pasa gran parte de su tiempo manejando un auto, mostrándonos el paisaje y hablando, cosas que se replican pero en el caso del conductor protagonista de esta historia.
Es difícil mantener dinámica una persecución que dura toda una película, pero Spielberg sale airoso del experimento sabiendo cuando cortar y dónde poner la cámara, mostrándonos siempre ángulos interesantes y formas nuevas de mostrar el desierto y la carretera que rodea a estos dos fuerzas del destino que vienen a chocar una contra otra en cada momento, siempre con resultados cada vez más peligrosos, subiendo el riesgo a cada momento, aumentando la tensión y con diálogo/monólogo de nuestro protagonista que nos deja siempre interesados en lo que vive en su interior. De alguna manera, en la forma novedosa que tiene de capturar los movimientos, las partes y la forma en que las máquinas son capturadas al corto estudiantil de George Lucas, "1:42:08" (1966), una belleza de la captura de deportes, a la vez que una historia simple de constante superación, además de ser una maravilla técnica en muchos sentidos.
Finalmente sólo queda decir que como pieza de horror esta película gana mucho con tan sólo una pregunta: ¿Quién es el conductor del camión y por qué lo hace? La respuesta es simple y aterradora: es cualquier persona... y lo hace porque le da la gana... y puede estar en tu próximo viaje solitario.
9/10

domingo, 26 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 34: The Thing from Another World (1951)

La original que no muchos conocen, por Jaime Grijalba.
"The Thing" (1980) es la película más conocida de las tres que se han realizado hasta el momento basadas en la novela corta "Who Goes There?" de John W. Campbell Jr. y, de hecho, es la mejor adaptación hecha sobre esta historia de hombres enfrentados al primer contacto alienígena en el mundo, el cual viene a ocurrir alejado de toda civilización: en la Antártica (o el Polo Norte, según la versión). La versión que tenemos ante nosotros en esta ocasión, aunque no tan memorable como la cinta de John Carpenter, es bastante destacable en sí misma, y también es una de las cintas favoritas del anteriormente mencionado director, así que hay varias cosas que se deben mencionar a la hora de realizar una crítica sin entrar en comparaciones odiosas que no llevan a ninguna parte (y que además, pueden encontrar en otros lados). Para partir, mencionar que la película fue codirigida por Christian Nyby (que nunca volvería a dirigir algo con tanto impacto como esto) y de manera fantasma el impresionante y siempre destacable director norteamericano Howard Hawks, el cual le da un tono especial a la película, separándola de manera importante del resto de las películas de monstruos/ciencia ficción que se pueden encontrar en general (pueden ver la calidad y cantidad de películas que se hacían en esa época mirando la lista a la derecha que dice "La Danza Macabra de Stephen King" desde donde saqué la idea de criticar las 100 películas de terror que menciona, entre las cuales, se cuenta esta).
La mayor gracia de la cinta es su diálogo y guión, los cuales están trabajados en un nivel de verosimilitud impresionante, jugando e intercalando los niveles de jerarquía de los personajes, y a la vez teniendo actuaciones que juegan bastante bien con el guión, el cual está escrito y actuado de manera que los personajes se interrumpan constantemente, hablen dos o tres personajes al mismo tiempo sobre cosas distintas, lo cual puede resultar confuso en un principio, pero le da un tono de paranoia completa a la película un desorden ordenado que siempre sale bien parado gracias a la atmósfera que reune y junta a los personajes cuando se ven enfrentados al monstruo o al frío que tiene el poder de matarlos.
La película en un todo, debo ser honesto y decir que aburre hasta el momento en el cual aparece la primera amenaza extraterrestre. Hay mucho tiempo que se pasa hablando y estableciendo a los personajes, los cuales ni siquiera llegamos a conocer tan profundamente antes de empezar a ser asesinados por la mole de extraterrestre que los acecha. Otra cosa que está mal: el monstruo, aunque no deberíamos reclamar, ya que son los años 50, resulta que me desilusiona un poco después de la seriedad del guión ver a un monstruo de Frankenstein con la cabeza redonda y movimientos violentos pero robóticos, que supuestamente habría salido de una nave espacial que parece 10.000 veces más inteligentes de lo que parece demostrar con sus torpes movimientos y abultada frente. La otra mala decisión, aunque puede resultar original en un primer momento, es transformar al monstruo en una planta... o eso es lo que dicen nuestros inteligentes expertos cuando se enfrentan a él, sería una planta, o tendría características de una planta... lo cual es estúpido y no tiene ningún sentido cuando es analizado por más de treinta segundos.
Aunque la película falla en muchos de sus elementos de ciencia ficción, sigue siendo una pieza que es destacable por su guión y actuaciones, así como momentos de verdadero horror con el monstruo, la inventiva del mismo y de quienes lo enfrentan, así como las frases finales, las cuales resonarán en tu cabeza por mucho tiempo después de terminada. Eso es destacable y es la paranoia el sentimiento que más se repite dentro de la película y lo mejor logrado.
8/10

sábado, 25 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 33: X (1963)

Verlo Todo, por Jaime Grijalba.
Hay algo en esta película dirigida por Roger Corman que no se encuentra en sus otras cintas, un cierto horror y dolor de nuestro protagonista principal que es prácticamente inmesurable cuando es comparado, y el horror que se traspasa a nosotros es muchas veces superior al que sentimos cuando vemos sus películas del Ciclo Corman-Poe. Una de las razones principales es, tal vez, su posicionamiento en una época cercana a la nuestra, con avances científicos y elementos similares a la ciencia ficción, lo cual nos entrega una cuota de inmediatez y posibilidad del oscuro avance de las ciencias hacia elementos y momentos que son completamente perjudiciales para el ser humano, como ocurre en este caso con las gotitas en solución acuosa que crea nuestro científico protagonista para poder tener visión de rayos X. Hay un terror en sus ojos a medida que tiene las revelaciones que se le van apareciendo, viendo a través de paredes, techos, ropas, cada vez aumentando más y más sus capacidades, logrando ver lo que no quiere ver, algo que está más allá de su comprensión, y es con esa revelación final que nuestro protagonista queda ciego, con algo tan lleno de miedo, tan horroroso, pero tan comprensible, que resulta ser inaguantable, algo de verdad lleno de terror en cuanto a la forma en que mira y abre su boca de manera exagerada al ver al infinito.
8/10

viernes, 24 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº 32: Vargtimmen (1968)

Mala decisión, por Jaime Grijalba.
Esta fue la primera película que vi de Ingmar Bergman. La elegí por tres razones: estaba disponible para arrendar en el Blockbuster (sí, hubo un tiempo en el cual arrendaba películas asiduamente ya que tenía películas como Hour of the Wolf disponibles para arrendar, cuando eliminaron su sección de cine arte/internacional, dejé de ir), era considerada una de las mejores películas de Ingmar Bergman (y no quería empezar con algo que me alejara de él permanentemente) y finalmente, porque era, según muchos sitios e investigaciones previas, una película de terror (y en ese tiempo estaba tremendamente interesado en las películas de terror, eran casi una obsesión de seguir y seguir y seguir consumiendo de lo más común a lo más extraño, y pensar en Bergman como un director de cine de terror me incumbía demasiado, así que probé y me equivoqué.
Ingmar Bergman es un director interesante, y esta no es una mala película, de hecho es interesante en muchos momentos, pero como película de entrada para los que quieran adentrarse dentro de la filmografía de este reverenciado director, no es la ideal. La razón es simple, me alejé completamente de Bergman hasta que hace poco pude ver una verdadera obra maestra, "Smultronstället" (1957) que encontré simplemente magnífica en todo sentido, mientras que esta tiene instantes, brillos clandestinos, chispas que van y desaparecen en la negrura y oscuridad total que resulta ser este filme. Nada queda muy claro, la cinta parte con una entrevista en clave documental que nos abre a los hechos ocurridos en el pasado reciente y que envuelven a un escritor que ha desaparecido y cuya esposa nos narra el increíble y horrible periplo que ha tenido que pasar.
Con una fotografía impresionante, la película tiene momentos llenos de terror y otros donde la reflexión toma el primer plano. Hay una secuencia que nos muestra la exacta duración de un minuto, lo cual nos hace reflexionar sobre la naturaleza del tiempo y cómo pasa frente a nuestros ojos a cada momento y sin que podamos detenerlo. Luego está el otro momento en que aparece por primera y única vez sangre en todo el relato, otro momento en el cual una trama extraña, complicada y que no tiene muchas explicaciones más allá de las psicológicas, tiene lugar. Es de verdad una pena que haya visto esta primero, porque ahora estoy obsesionado por ver todo el catálogo de este director. Pero si usted ya está experimentado en algunas de sus obras, tal vez saque mucho más sentido que yo de esta obra de... hombres lobo sicológicos.
8/10

jueves, 23 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº31: I Bury the Living (1958)

Imposibiru, por Jaime Grijalba.
Ojalá no existan muchas películas como estas en el cine de terror de los años 50, porque espero mucho más de esa tierra incógnita que significa, llena de monstruos radioactivos, arañas y hormigas gigantes, o piezas de meditación más calmadas como es esta película calmada, sin monstruos, sin sangre, sin zombies, sin radiación, sin nada que siquiera se asemeje a lo clásico del género del terror. Tenemos aquí tan solo una insinuación cerca del final de la historia, una insinuación similar a la hecha en la clásica historia de La Pata del Mono, y un elemento aparentemente sobrenatural relacionado con nuestro protagonista, su nuevo trabajo y un mapa dentro de un cementerio, todo rodeado por una serie de secuencias extrañas y salidas de quizás donde, nos da la posibilidad de ser testigos del episodio más largo de una serie de antologías como "Outer Limits" o "The Twillight Zone".
Es cierto, hay una cierta cualidad de los sets, las actuaciones, la edición o la trama que recuerda a un episodio de una serie de antología de los años 50. Luego de haberme introducido por algún tiempo en cosas como "Thriller" o "Alfred Hitchcock Presents", este material con el cual se realiza la película resulta muy similar sólo que extendido de manera anti-natural hasta el hartazgo. No es que no crea que la película no tenga cierto encanto y cosas buenas, porque hay muchas, y la premisa resulta muy interesante durante los primeros 20 minutos, y luego hay una jugada que realiza nuestro protagonista y que nos llena de expectación pues finalmente puede llegar a pasar algo completamente terrorífico e inesperado/esperado, pero finalmente no sucede. Toda la película, sobre todo mientras más se acerca al final, se siente más confusa, más lenta y sobre todo, como si nos quitaran la alfombra de debajo de los pies, un claro caso de coitus interruptus cuando más investidos estamos en la trama, nos quitan todo lo interesante de la misma.
Bueno, la historia nos pone en la piel de un recién elegido director del cementerio que su familia ha controlado desde su construcción. Ahora debe entregarle un informe a los miembros más altos de su familia acerca de las transacciones, ventas o ocurrencias, mientras que también debe preocuparse de mostrar los lugares que ocuparán los vivos una vez que pasen a mejor vida, y también de venderlos. Cuando vende un lugar, pone un pin en el mapa enorme del cementerio que tiene en su oficina, y como le enseña el viejo y mal maquillado encargado de cuidar el cementerio, tiene que usar pins negros para los muertos y blancos para los que aún no han muerto. Sucede que nos amigos de nuestro protagonista vienen a comprar una tumba, ya que están casados... y lo primero que hacen los recién casados es comprar una tumba... pero bien, la cosa es que nuestro protagonista, en un descuido, pone un pin negro en la tumba que compraron, y al día siguiente averigua que sus amigos han muerto.
¿Interesante? Tremendamente. ¿Lleva a cabo su potencial? Para nada. Se mantiene en la duda constante, entre la paranoia y lo sobrenatural, y cuando decide darnos una respuesta clara, decide ir por la menos interesante y al mismo tiempo la más imposible. Hay un momento crítico y visualmente impresionante, quizás lo mejor de toda la película, en la cual nuestro héroe empieza a poner pins blancos en todos los lugares donde antes había pins negros, empieza a alucinar, empieza a oír ruidos alrededor suyo, todos pensamos que vienen los zombies y nos mantenemos interesados, pero todo queda en nada. Una lástima.
6/10

miércoles, 22 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº30: Alien vs. Ninja (2010)

Desenchufa el cerebro, por Jaime Grijalba.
¿Te gusta la ciencia ficción y la películas de artes marciales? ¿No? Sale inmediatamente de mi vida. Ya, ahora, los que quedaron, si les gustan ambas cosas, les tengo una recomendación que hacer que viene desde el mundo de lo más extraño de las cintas de terror japonesas, de la mano de Sushi Typhoon les tengo "Alien vs. Ninja" (2010), un juego sobre las famosas películas de "AVP Alien vs. Predator" (2004) y similares/secuelas de distintas ficciones que colisionan al medio con resultados que son una delicia para los fanáticos. En este caso tenemos la colisión de dos géneros tan dispares como pueden ser la ciencia ficción y las artes marciales para darnos una película que nos resulta completamente imposible tomar en serio en algún momento, pero creo que esa es la fortaleza y enorme poder que tiene la película, la de poder divertir si es que te sientas frente a tu televisor (o pantalla de elección) y apenas ves el primer fotograma de la cinta te dices... "voy a desenchufar mi cerebro por la siguiente hora y media", y así pueden ser testigos de coreografías de acción satisfactorias, ninjas que saltan y corren por los lugares lanzando shurikenes y otros implementos de violencia como las katanas y los golpes, simplemente hay que estar en otro estado mental. Es el mismo estado mental que te va a permitir aceptar a un hombre disfrazado como la peor copia del Alien diseñado por H.R. Giger que pueda llegar a existir (obvio, deben existir versiones peores en cintas italianas de los 80, pero me gusta exagerar en todo momento), con efectos especiales prácticos como tentáculos que salen de los brazos del alien (que por alguna razón siempre parecen dirigirse a la miembro femenina del grupo de ninjas que empieza a luchar contra este Alien usurpa cerebros... no tengo idea por qué). Es bonito ver películas de bajo presupuesto que deciden no irse por la fácil vía de los efectos computarizados completamente, sino que se toma su tiempo para hacer los efectos presentes en las batallas y que aunque no son especialmente buenos se agradece ver algo de plástico, poliester y goma espuma de vez en cuando en nuestras películas de terror. La recomiendo por lo divertida que puede ser con amigos para reirse un rato, burlarse de lo que pasa en pantalla y aplaudir las coreografías, la sangre y los momentos con los zombies ninjas, que debe ser de lo más cómico de la cinta.
7/10

martes, 21 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº29: The Hunger (1983)

Debut Artístico, por Jaime Grijalba.
Por motivo de la reciente muerte del siempre interesante director Tony Scott, he decidido revisar y criticar su debut cinematográfico, el cual justo había visto hace unas dos semanas y que justamente se trata de una película de terror, una de vampiros para rematar el asunto, así que espero que disfruten este doble tributo que le estoy haciendo a este increíble director (esta entrada y la anterior, mi obituario). Primero tengo que aclarar que los primeros momentos de esta cinta me dejaron claro que Scott siempre fue Scott y que su arte siempre ha sido el de la visualidad exagerada y el gran espectáculo que nos da el color, una coreografía y encuadre siempre interesante... cuando se puede encuadrar algo de manera convencional, mejor encuádralo de la forma más creativa y que nunca nadie haya visto en la historia del cine, ese era el modelo a seguir de Tony Scott, y esa secuencia con BauHaus al principio, donde un montón de luces, música, láseres, cuerpos bailando y mostrándonos trozos de los mismos, sangre y dientes, furia y pasión mezcladas en un abrazo mortal infinito nos lleva a pensar que quizás estamos en la mejor adaptación a nuestros días del mito vampírico.
Al menos eso pensamos hasta que nuestro protagonista muere. O al menos, creemos que es nuestro protagonista David Bowie, porque... al fin y al cabo, él es David Bowie, pero es afectado por la maldición de estos vampiros modernos: morir, porque no son vampiros reales, sino que unos remedos de los mismos, que mantienen su juventud bebiendo la sangre de los inocentes. El verdadero vampiro es la pareja de David Bowie, Catherine Deneuve, que entierra a sus amantes (de los cuales tiene varios como podemos ver por la enorme cantidad de ataudes que tiene acumulado en su ático) apenas vivos y más viejos que el tipo que bebe de la copa incorrecta al final de la última cruzada de Indiana Jones. De ahí aparece Susan Sarandon para reemplazar a Bowie como la amante de Deneuve, y aunque para muchos ver a Sarandon y Deneuve es la gracia, para mí la película se desinfla completamente.
Sí, tenemos escenas bellísimas y muy violentas en esta segunda sección de la historia, varias gargantas cercenadas y muchas escenas de amor entre estas dos actrices y que son filmadas de una manera muy especial y tremendamente bien fotografiadas. El problema viene por la trama... ya sabemos lo que le pasa a sus amantes, podemos ver a una milla qué es lo que pasa, y como sabemos qué es lo que pasa, nos ponemos en la disyuntiva de qué pasaría si no pasa eso... y eso es justamente lo que pasa. Una película puede ser bellísima, pero nunca puede ser predecible, y eso es algo que no me gusta de las películas que veo: poder saber el final antes de tiempo. Aparte, Sarandon no tiene la misma energía que Bowie en escena, y sé que Bowie no es actor, pero aquí se luce con y sin el maquillaje que tiene que usar hacia el final de su aparición.
Una película con mucho que admirar, pero poco de qué recordar memorablemente en cuanto a trama y guión, lamentablemente el concepto resultó ser tan interesante que termina siendo absorvido por el espectador, y eso conlleva a que hay que siempre estar entrampándolo para salir del camino de lo predecible.
6/10

lunes, 20 de agosto de 2012

Tony Scott (1944 - 2012)


Uno de los directores norteamericanos más interesantes de los últimos tiempos, aunque no siempre realizó películas que me gustaran completamente, pero siempre las hizo interesantes, películas que desafían nuestra experiencia de visibilidad y de endurabilidad de la misma. Un director que no era común tener en Hollywood, alguien con una visión, una visualidad interesante siempre y una carrera que será recordada por muchos por películas como "Top Gun" (1986) y "True Romance" (1993). Como siempre, haré una pequeña visita a las películas del director en las cuales tuvo alguna participación.

· "The Hunger" (1983), su debut cinematográfico es una interesante analogía, metáfora y a la vez cinta de género de vampiros que buscan la vida eterna a través de la muerte y la sangre llevado a los locos años 80. Los primeros y los últimos momentos de la película son los más impresionantes visualmente, una belleza a la cual es fácil admirar. Contar con la participación de Bowie también nos dice mucho.

· "Enemy of the State" (1998) es una de las películas de completa acción que genuinamente me gustan, por lo inventiva y complicada que es en todo momento, dándonos la mejor performance de Will Smith, junto con enormes momentos llenos de acción, una edición increible, ángulos de cámara tremendamente interesantes y siempre dejándonos al borde. Gracias a Tony por ese espectáculo.

· "Domino" (2005) debe ser una de sus películas menos entendidas de su carrera, pero para mí resulta ser una obra maestra. Una obra visual y enfermante, un viaje de drogas de la mejor clase, con una trama complicada basada en hechos de la vida real, o eso parece hasta que aparece Jesús mismo a guiar a nuestros personajes. Una locura que me encanta y que sigue encantando a muchos, Tony, por esto, yo te lloro.

· "Deja Vu" (2006) es una de sus películas más conocidas de su grupo más reciente de cintas, sobre todo por la presencia de Denzel Washington. Es una belleza de filme en cuanto a su fotografía, ahora, creo que debo verla de nuevo para decirles más, porque recuerdo que mi impresión no fue buena, pero con más tiempo que pienso más me gusta, así que lo dejaré ahí.

· "Unstoppable" (2010) es la forma de decirnos y asegurarnos de que Tony Scott puede hacer cualquier trama al menos medianamente interesante, y un tren que se escapa y empieza a arrancarse hacia un pueblo es quizás la peor idea hecha la mejor película posible con la misma. La película no es buena, pero es lo mejor que pudimos tener.

También como dueño de Scott Free junto a su hermano Ridley Scott nos trajo películas, como el gran documental "Life in a Day" (2011) o la reciente "Prometheus" (2012).
Las circunstancias de su muerte son conocidas por todos y me causan gran dolor, por lo que no diré nada al respecto. Que descanse en paz, mis sentimientos están con su familia.

100 Días de Terror - Nº28: Swamp Women (1956)

Tres Cosas, por Jaime Grijalba.
1. Esta película sería mucho mejor si las mujeres que ven en la foto de más arriba tuvieran menos ropa. Esta cinta no se compara con otras películas producidas o incluso dirigidas por Roger Corman sobre mujeres prisioneras.
2. Esta película sería mucho mejor y más terrorífica si en vez de darnos mujeres en un pantano, nos hubieran dado verdaderas mujeres del pantano, llenas de hojas y lodo, comiendo seres humanos.
3. Esta debe ser una de las pocas películas que no mejora tanto con su tratamiento MST3K, que se nota en su episodio que basa más la mayor parte de su arco narrativo y sus chistes en el corto que vino antes.
3/10

domingo, 19 de agosto de 2012

Rankeando a Richard Kelly


Siento que debí hacer esto una vez que terminé mi mes de Richard Kelly, hace ya más o menos un año, pero sólo hace poco me di cuenta que no lo hice. Así que acá tenemos, todas las películas donde estuvo involucrado Richard Kelly de una manera u otra en orden de la mejor a la peor. Disfruten y discutan mis decisiones.

1. Donnie Darko (2001) (director, guionista)

2. Southland Tales (2006) (director, guionista, escritor de letra de la canción "Teen Horniness is not a Crime")

3. Domino (2005) (guionista)

4. The Box (2009) (director, guionista, productor)

5. World's Greatest Dad (2009) (productor)

6. The Goodbye Place (1996) (director, guionista)

7. Rogues Gallery (2010) (productor)

8. I Hope They Serve Beer in Hell (2009) (productor)

9. S. Darko (2009) (personajes)

No disponible:
Visceral Matter (1997) (director, guionista)

En Pre-producción:
Corpus Christi (2013) (director, guionista, productor)

100 Días de Terror - Nº27: Phantasm (1979)

Culto oculto, por Jaime Grijalba.
Aquí hay un caso claro de una saga que se ha mantenido con un culto y fama algo escondida a lo largo de los años. 4 películas forman parte de la saga Phantasm, todas dirigidas y pensadas desde un principio por el director norteamericano/libanés Don Coscarelli. He tenido la suerte y cierto agrado de ver la primera y la segunda parte, lo suficientemente interesantes como para darme las suficientes ganas para seguir viendo la tercera y cuarta (final) parte de esta saga que tiene varios elementos clásicos que se repiten además de una originalidad propia que la llena de escenas, personajes y diálogos que la vuelven una saga de culto, sobretodo por su complicada y estudiada mitología.
Tenemos ante nosotros una historia de un descubrimiento casual y una teoría espeluznante, ¿qué es lo que pasa con los muertos realmente cuando son llevados a cremación en el mortuorio que queda cerca de tu casa? Con tintes de fantasía infantil, esta película es tremendamente sangrienta y violenta en su resolución, pese a la mayoría de los elementos de fantasía y de perspectiva infantil que tiene. Es como el peor cuento de terror que te puedas imaginar, uno que si te contaran cuando niño, no podrías dormir, porque en cualquier momento esperas que venga el Hombre Alto a llevarte a su dimensión desconocida de dolor y muerte, a la cual te acercarás y verás tu fin antes de poder gritar de horror para despertar de tu pesadilla. Creo que esa mezcla es lo que hace que esta película sea tan memorable para tanta gente, esa mezcla de leyenda urbana, cuento de hadas, cuento de terror contado en un campamento y lo más alto/bajo de la explotación violenta y sangrienta de esos años.
Angus Scrimm se convirtió en un actor ícono desde el primer momento en que empezó a interpretar a la extraña figura del Hombre Alto, que llena las pesadillas de nuestro joven protagonista y que parece ser quien está a cargo de todos las deposiciones de los cadáveres y de enviarlos a ese otro universo donde pequeños seres como jawas pululan y tratan de apoderarse de nuestro mundo. También parece ser el maestro de las ya clásicas bolas de metal con puntas que se insertan en el cerebro de las personas y lo licuifican rápidamente, dándonos el mejor espectáculo gore sangriento de todos los tiempos. Es una cinta de bajo presupuesto y es increible la forma en que logra todos sus momentos genuinamente asustadizos. Una belleza que hay que mirar, pero que sólo algunos saben apreciar completamente, tal vez a mí aún me falte.
8/10

sábado, 18 de agosto de 2012

Sight & Sound Top 10: Si yo tuviera una oportunidad de votar


La lista de las mejores películas elegidas según cientos de críticos y especialistas en distintas disciplinas del cine ha tenido a muchos hablando en la blogósfera. Yo, por falta de tiempo, no he podido meterme completamente en ese mundo y mucho menos dar una perspectiva. Primero les diré que las películas elegidas como las 10 mejores son estas: "Vertigo" (1958), "Citizen Kane" (1941), "Tokyo Story" (1953), "The Rules of the Game" (1939), "Sunrise" (1927), "2001: A Space Odyssey" (1968), "The Searchers" (1956), "Man with a Movie Camera" (1929), "Passion of Joan of Arc" (1927) y "8½" (1963).
Ahora les daré mis diez opciones, como las que todos tuvieron, para elegir 10 películas que deberían ser consideradas en la lista general. Como la posición de los votos no cuenta, voy a nombrarlas en orden alfabético y al lado les pondré cuántas personas votaron por la película en la lista general final. Me he prohibido juntar franquicias, películas, hacer empates y a poner más de una película de un mismo director. Ojalá les interese.

Brazil (1985, Terry Gilliam)
Puesto 588
Votada por 2 personas

Donnie Darko (2001, Richard Kelly)
Sin Votos, sin posición

The Evil Dead (1981, Sam Raimi)
Sin votos, sin posición

The Girl Who Leapt Through Time (2006, Mamoru Hosoda)
Sin votos, sin posición

The Housemaid (1960, Kim Ki-young)
Puesto 894
Votada por 1 persona

Magnolia (1999, Paul Thomas Anderson)
Puesto 323
Votada por 5 personas

Pulp Fiction (1994, Quentin Tarantino)
Puesto 127
Votada por 13 personas

Red Beard (1965, Akira Kurosawa)
Puesto 894
Votada por 1 persona

The Shining (1980, Stanley Kubrick)
Puesto 154
Votada por 11 personas

Vertigo (1958, Alfred Hitchcock)
Puesto 1
Votada por 191 personas

100 Días de Terror - Nº26: The Evictors (1979)

Basado en una historia aburrida, por Jaime Grijalba.
La película parte de manera prometedora y a la vez decepcionante. Vemos una pieza histórica, algo directo de los años 20-30, un grupo de policías y una víctima se dirige a una casa alejada del pueblo, rodeada de árboles y pantanos, donde se esconden dos criminales que, de acuerdo a sus propias palabras, ya han matado a tres personas. Un tiroteo sucede y es impresionante, pero el problema que se muestra acá es uno que se repite a lo largo de la película, todo parece estar hecho a medias, como si no se hubiera tenido la visión para grabar lo suficiente, si de verdad el guión era así de flojo o qué sé yo, el problema principal es que no suena a estilo particular, sino que a flojera o incompetencia. Primero, tenemos que este recuento del pasado está hecho en el peor sepia, uno decolorado a tal nivel que no se nota el contraste entre los elementos y se siente cliché como elemento del pasado, pues bien podría haberse jugado más por elementos de arte que por el ya mundialmente usado apagado de los colores. Segundo, el tiroteo termina bruscamente y sin un final preciso, simplemente saltamos directamente al presente, donde una nueva pareja viene a ocupar la misma casa que fue tiroteada en el inicio de la película, wow, me pregunto si irá a pasar algo malo.
Sin evidencia de algún objeto supernatural, de alguna maldición o de siquiera la muerte de los dos criminales en escena nos hace pensar que esta pareja pueda llegar a correr peligro, y al menos la banda sonora alegre nos dice exactamente eso por los primeros quince minutos, nada puede salir mal y ya nos aburrimos de la película. Sin embargo, hay otro elemento que nos llena de esperanza y que finalmente nos llena de pesar por la falta de aprovechamiento por parte de nuestro director: la presencia de Jessica Harper en el papel principal de la esposa en la pareja nueva que viene a ocupar el lugar del hogar. Luego de su estupenda interpretación como la bailarina atormentada Suzy Bannon en "Suspiria" (1977), esta interpretación dos años posterior se siente como avejentada y no de una buena manera, mientras que en "Suspiria" (1977) hacía de una excelente adolescente asustada, ahora nos hace de la mujer casada ya avanzada en la década de los 30 de una manera cansada y sin ánimo, y sin decir que completamente aburrida y desprovista de cualquier fuerza que la haga avanzar o que nos haga interesante a su personaje, menos algún conflicto que haga que nos importe, cero.
¿Saben qué es lo peor de todo? No me he dado cuenta hasta que he empezado a leer un poco de la película que se trata de una pieza de época, ambientada en los años 40. He aquí una gran falta de parte del director y sus encargados, que se ven simplemente impedidos de hacer vivir una época tan interesante como los años 40. Eso me deja aún más perplejo respecto a la naturaleza física de los recuerdos/flashbacks, filmados en ese sepia horrible del cual les hablé, y que se repite a medida que nuestra protagonista se va enterando de los horribles hechos ocurridos en esa casa a lo largo de los años. Principalmente creo que el sepia es una pésima decisión porque da la idea de que lo mostrado ocurrió hace muchos, muchos años, y aunque no da la sensación de ser un filme antiguo, sí esa era la intención, y simplemente no funciona sin importar cuanto se trate. Claro, ahora que lo pienso, siempre me pregunté dónde estaban los televisores y por qué todos usaban autos tan viejos, o porqué la esposa se quedaba sola en su casa todo el día, pero de nuevo, no hay mucha diferencia entre el mundo del recuerdo y el "presente" en el cual ocurre la historia de esta nueva pareja, lo cual mata aún más el propósito de los flashbacks en otro color o decoloración.
Lentamente (muy lentamente) empiezan a revelarse los antiguos crímenes de esta casa y cómo la muerte de los previos inquilinos no es lo que parece y todo lo que ya nos esperamos en una película en la cual hay giros tan imposibles que pareciera que nos estuvieran tratar de meter un resorte por la boca. Aunque reconozco que hay ciertas escenas memorables, como el tiroteo, o actuaciones que sobresalen, todo parece quedar a mitad de camino, cuando esta película pudo haber sido una obra muy muy interesante, poniéndole un verdadero interés a terminar todo lo que está hecho a la mitad. No hay set pieces importantes, la banda sonora la mitad del tiempo no nos informa nada (y la otra mitad nos está informando lo mismo que estamos viendo), esta es una de esas clásicas películas que merecen la mitad.
5/10

viernes, 17 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº25: The Pit and the Pendulum (2009)

Poe: Sacúdete en tu cripta, por Jaime Grijalba.
David DeCocteau puede hacer muchas películas muy malas, y esta puede que no sea su peor, pero el hecho de que tome el nombre de una de las historias más queridas de Edgar Allan Poe y lo transforme en una soft porno mezclada con malos efectos especiales y un montón de historias sin sentido de distintos personajes que se acercan a esta mansión maligna como si fueran vaquillas al matadero, como si fueran las nuevas víctimas de Jason, sólo para ser conejillos de indias del experimento más aburrido de la historia... me hace enojar. La presencia del péndulo sólo como excusa para el título es tan triste y la adecuación a los tiempos modernos no le añade nada salvo por la moda de los jóvenes, su forma de hablar y poco más. Los actores son malos y sujetos a vejaciones propias de un director de cine porno: los hombres son obligados a besar y simular tener sexo con otro hombre... y lo mismo para las mujeres. Supuestamente veo una película de terror, no quiero ver soft porno homosexual de segunda categoría (aparte, cualquier homosexual se sentiría ofendido por cómo son puestos en escena como un montón de víboras voraces debora-hombres/mujeres que sólo les importa el sexo). Curioso que un producto así de explotación haya decidido irse por el lado de la sensualidad homosexual en comparación con la sensualidad heterosexual, que, según mi perspectiva, le vendería a un público más amplio, pero de verdad no quiero caer en generalizaciones que me pueden hacer caer en un cliché o dejarme como homofóbico, porque debo decir que ese giro (extraño para el cine de terror/explotación) es lo único interesante de esta abominación al nombre de Edgar Allan Poe. No es recomendable ni para reirse, porque es aburrida.
3/10

jueves, 16 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº24: Gokudô kyôfu dai-gekijô: Gozu (2003)

Confusión Yakuza, por Jaime Grijalba.
"Todo lo que diga a continuación será mentira" dice nuestro personaje yakuza principal antes de dirigirse públicamente al jefe de los yakuza para decirle que hay perros chihuahua adiestrados por el enemigo para matar y torturar a los suyos. Luego, nuestro yakuza protagonista ve a un perro de aquellos en la calle, lo toma de las manos de su dueña y lo empieza a azotar agresivamente contra la acera de la calle. La historia tras la producción de las películas de Takashi Miike siempre es muy nebulosa, principalmente por la razón de que realiza tantas y en tan poco tiempo en el que se producen, graban y se lanzan que resulta bastante desconocida la forma en que acepta trabajos y luego los graba dando siempre un producto interesante. Sin embargo, hay algo de información sobre esta película... lo que se sabe es que los productores querían realizar una serie de películas de yakuza de diversos directores y con distintos actores, y pagarían el precio de producción de la película y el sueldo del director mientras entregara un guión con elementos de tipo criminal, mafia y yakuzas disparándose entre ellos. Takashi Miike llega y pasa el guión más extraño de su carrera (estoy seguro de eso), que tiene una trama de venganza entre yakuzas y amor entre hermanos que han elegido ese camino y... bam, recibió el dinero para realizar uno de los filmes más bizarros de la historia del cine narrativo y que aún puede entenderse perfectamente.
Para muestra, algunos botones. Hay una escena en la cual interrogan a una inmigrante norteamericana sobre un lugar al cual tiene que ir nuestro yakuza protagonista, entonces notamos que habla japonés muy lento (AL-GO-A-SÍ-CO-MO-ES-TO), mirando siempre el techo y las paredes; extrañado, nuestro protagonista empieza a mirar en la misma dirección y ve escrito en las paredes todo el diálogo que está diciendo ella escrito fonéticamente. Otro elemento es el que le da el nombre a la película, Gozu, que significa vaca en japonés, la cual hace su aparición bajo la forma de un demonio increíble de cabeza de vaca y cuerpo humano, que babosea entero a nuestro protagonista antes de darle la revelación necesaria para que finalmente encuentre a su hermano.
Con una fotografía alucinante, perfecta, llena de contrastes, luces oscuras y oscuridades rojizas, tenemos ante nosotros una gran película en el nivel técnico, pero que tal vez sea demasiado rara para su propio bien. Hay unas escenas francamente ridículas que involucran al jefe de los yakuzas del cual nuestro protagonista se quiere vengar... y finalmente no muchas de las cosas quedan con explicación lógica, no que la necesiten, pero cuando explican un par de cosas uno espera una trama global que nos dé la razón detrás de todo esto que vimos, pero no lo recibimos. La recomiendo como quizás lo más raro que podrán ver dentro de una trama más o menos convencional. Una joya japonesa de Miike.
8/10

miércoles, 15 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº23: The Hitcher (1986)

Cuando niño, por Jaime Grijalba.
Sólo una pregunta es la que me hace criticar esta película: ¿Por qué Roger Ebert, uno de los críticos más famosos del mundo y quizás el de mayor fama en el mundo entero... le puso 0 estrellas a esta película? ¿De verdad él pensó que era tan mala? Vamos, que no considero a Ebert como la mayor potencia o el mejor crítico de la historia, pero sí es uno importante, muchas veces el destino de una película pende del hilo de sus palabras y de su crítica... bueno, al menos en su mejor tiempo, pero ya no tanto en esta era de blockbusters pre-fabricados con franquicias pre-aprobadas por los espectadores y que terminan ganando millones y millones de dólares pese a la enorme cantidad de críticas negativas o positivas que tengan. Bueno, la cosa es que muchas veces me ha causado intriga la figura de este crítico, y es por eso que he decidido mirar todas las películas que obtuvieron tan descalificativo ranking de parte de Ebert... lo cual me fascina de sobre manera cuando se trata de esta película, una que yo considero casi una obra maestra.
Tal vez vi esta película muy joven, cuando aún era un niño (adolescente le dirían ahora, tenía unos 15-16 años y recién estaba tomando interés en el cine, y mi interés por el cine de terror aún estaba lejos de mí. Lo encontraba una fascinante seguidilla de eventos construidos cinematográficamente de la mejor manera posible, una carrera, un dibujo animado del coyote y el correcaminos pero con terribles y sangrientas consecuencias, una en la cual el coyote siempre lleva la delantera, y no sólo eso, todo lo Acme le está funcionando, pero no le importa comerse al correcaminos, puede jugar con él unos momentos antes de finalmente dar el golpe fatal. Era un personaje cruel este del tipo que busca un aventón en la carretera y luego asesina a quienes lo recojen, pero la película trata sobre eso mismo, sobre cómo la muerte nos acecha en cada esquina y muchas veces no tiene ningún sentido, y si nos entrega un thriller entretenido y lleno de pasión por sus personajes, su sobrevivencia y lucha... pues para mí triunfa enormemente.
No es un slasher, sino que algo más profundo, con una cinematografía superior, con tomas y escenas construidas con el cuidado de una película de arte, y con un final feroz y completamente nihilista, como el concepto del filme siempre quiso tener. Creo que la razón principal para que Ebert la odiara tanto es que no esperaba un thriller tan sangriento y violento envolviendo a la trama de esta búsqueda constante entre los dos personajes, uno por venganza, otro porque es su víctima... y creo que eso es débil como argumento para abominar una película moralmente. Hay otras formas de reaccionar Ebert, puede que no te guste la película, pero no la trates mal simplemente porque parte a una mujer en dos y nos muestra sus vísceras, hay películas peores que esta que hacen lo mismo de peor forma y que no se llevaron cero estrellas.
9/10

martes, 14 de agosto de 2012

100 Días de Terror - Nº22: Tetsuo (1989)

Horror Humano, por Jaime Grijalba.
La destrucción de la carne para dar lugar a la máquina. Un espectáculo visual, nauseabundo y enfermante que mezcla lo mejor y lo peor de los mundos de David Cronenberg y David Lynch. Tetsuo es una de esas películas legendarias de culto de fines de los años 80 y que encontró su nicho entre los fanáticos del cyber punk en los años 90, dando a lugar dos secuelas que no son vistas bajo la misma luz. Sin embargo, puede que lo que le haga falta a esta película sea un poco más de trama y un asidero más claro hacia la realidad y no tanto hacia la pesadilla de la carne/máquina que resulta un tanto mareadora, nauseabunda y hartante, aunque no dure más que una hora en su totalidad. Una moraleja, el que tengas las partes de un computador viejo, varias máquinas, un taladro y un montón de carne de sobre, no significa que puedas hacer una película usando todos los elementos, tal vez tengas que esperar un poco para eso.
7/10