jueves, 13 de enero de 2011

Tenshi no kôkotsu (1972)

Porno Experimental, por Jaime Grijalba.

Pornografía. (De pornógrafo).
1. f. Carácter obsceno de obras literarias o artísticas.
2. f. Obra literaria o artística de este carácter.
3. f. Tratado acerca de la prostitución.

Curioso es que la RAE, de entre todas las instituciones, sea una de las más importantes que indiquen a la pornografía como una posibilidad en la que se pueda realizar arte. Obviamente no toda pornografía puede ser arte, o tal vez sí lo es y todo lo que no sea arte y sea considerado pornografía no tengamos que nombrarlo de esa manera... la verdad es que no sé si me estoy explicando, hablar de pornografía artística me limita demasiado sin tener que pasar a los ejemplos explícitos (que es algo que no quiero hacer).
Ecstasy of the Angels es claramente primero una película pornográfica antes que una película pura y simple, pero obviamente esta es pornografía de verdad, es decir, tiene un carácter artístico, una puesta en escena, actuaciones y no sólo gemidos, buena fotografía, a diferencia de sólo una serie de zooms in y zooms out, lo que comúnmente identificamos como pornografía no es más que basura prensada, no tiene más valor que la grabación del cumpleaños de tu abuela.
Lo que tenemos aquí es una película muy política, o al menos que trata de serlo, pues sus personajes principales pertenecen a una organización llamada Octubre que se encarga de hacer atentados explosivos anarquistas con el fin de reinvindicar el poder de quienes lo retienen en sus manos, claramente dirigidas por Estados Unidos. Quizás la escena que peor describe la película es una de las mejores que tiene, cuando los miembros de esta célula terrorista van a robar armas de fuego a una base estadounidense que se encuentra en el territorio japonés.
Luego de este evento la trama se complica y me tiendo a confundir cuando hay tantos nombres de organizaciones, pero sé que hay una escena donde una mujer es golpeada brutalmente mientras es violada, la que alcanza características casi como de cine arte en la forma en que ha sido filmada y editada, lo mismo que la música de jazz que cubre toda la película, lo cual me recuerda más que nada al clásico de J.L. Godard "À bout de souffle" (1960).
La dificultad que hay para poder comprender totalmente que es lo que sucede es la enorme cantidad de escenas de sexo que no adelantan la trama para nada, pese a que esta película está catalogada como pinky violence, las escenas de sexo deberían ayudar a establecer algo acerca de los personajes o la vida que llevan (es perdonable en este género un par de estas escenas sin sentido), pero esta película no lo cumple, pues no hacen más que entorpecer una historia que podría haber sido muy buena. Está, por ejemplo, cuando uno de los terroristas va a la casa de un amigo a preguntarle algo, y justo llegan a la casa dos escolares que están siendo pagadas para ser fotografiadas desnudas... ¿nos dice algo? Al final no tiene trascendencia.
Finalmente lo que salva a la película del olvido total es su enorme calidad técnica y sus últimos diez minutos. Mientras que ciertas escenas cambian del blanco y negro al color, la edición y la música hacen de todo como una película porno experimental, lo cual hace todo mucho más interesante, los personajes dejan de tener importancia y sólo seguimos acciones y diálogos sueltos, explosiones y sangre, todo acompañado de un silencio total en el lugar donde sea que termines viendo esta película, maravillado y a la vez preguntándote porqué el resto de la película no pudo ser así de bueno.
7/10

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