Esta película en específico fue la que gatilló el que Sam Juliano, dentro de su todapoderosa humildad y entrega, me dijera por mail que le diera mi dirección para que me mandara un montón de películas (20) y entre ellas se encontrara esta. Pero, ¿por qué esta especialmente? Bueno, en un comentario que hice en Wonders in the Dark, dije que estaba muy curioso acerca de esta película, sobre todo por ciertas imágenes inusualmente bellas para un filme que había sido tan cortado y censurado desde su inicio. Mi comentario dijo algo así como: "quiero ver esta película, pero nunca parece estar completa, siempre está censurada", ahí fue que Sam se contactó de inmediato y me dijo que me enviaría la versión más completa disponible. Y la vi.
Hay una pestilencia que cubre Francia. Es el siglo XVII y el Cardenal Richelieu está en la cima de su poder, haciendo lo que se da la gana con el rey de Francia, logrando así su sueño de bañarse con la sangre de los protestantes. Salvo por un pequeño pueblo llamado Loudon, cuyo gobernante ha muerto recientemente, dejando a un cura local (Grandier, interpretado de manera impresionante por Oliver Reed) como el encargado hasta que una nueva elección sea hecha, y de acuerdo a los deseos de su predecesor, está terminando con la guerra de las religiones, con una policía de vive y deja vivir. Pero qué bueno que todos nuestros personajes tienen debilidades, pues el mismo Grandier se encama con una joven mujer, a quien ha dejado embarazada, pero de quien decide no encargarse. Esa decisión será la que lo llevará a la perdición.
Para un personaje conservador, ver esta película debe ser una tortura constante, pues tenemos a la orden de monjas de Loudun, cuya superiora tiene fantasías constantes con Grandier, a quien sólo ha visto a la distancia, lo cual resulta altamente sugestivo cuando una de sus alucinaciones representa a Grandier como un Cristo que ha bajado de la cruz y empieza a ser besado por esta monja. Depravaciones continuarán en la forma de posesiones que afectarán a la orden de monjas de Loudun, las cuales resultan claramente falsas y una plantación de Richilieu para culpar a Grandier de las mismas. Evidentemente, las enormes orgías llevadas a cabo en el interior del convento devienen de una amenaza (acepten que llevan al demonio y vivirán) y de su propia histeria al ser jóvenes y vírgenes; el momento más hermoso, depravado y climático de toda la serie de exorcismos que se llevan a cabo, es cuando las monjas se desnudan y bajan a un Cristo de madera que empiezan a besar, usándolo a su vez para masturbarse... en la altura, un cura joven se masturba bajo su sotana mirando el espectáculo, con una cara de horror. Qué lindo.
Claro, uno puede empezar a decir: "yadda yadda, todo es para shockear". Pero no, hay una sensiblería artística que deviene solamente de la mente de un maestro, como lo es Ken Russell (de quien ahora quiero ver TODO, ¿simple?), quien adopta todo su conocimiento luego de años de realizar documentales y biopics de artistas, logrando una amalgama perfecta entre los colores y la composición, el uso de la música, el ritmo, los ángulos de la cámara, y las excelentes performances que logran todos los actores, aunque para algunos pueden resultar exageradas y no tan necesariamente fuertes, pero lo son, y esa es la gracia ante un film que está lleno de un arte que exige conciencia absoluta acerca de la época en que vivimos y la época en la cual fue hecha. Es una película que no fue hecha para todos, y para los que no fue hecha han tratado durante años de alejarla de aquellos a quienes les puede hablar acerca del verdadero amor de Dios que se esconde tras estos actos de depravación.
Finalmente, aunque su final dista de ser feliz, triunfa un cristianismo primigenio, alejado de la máquina devoradora y brutal que resulta ser la Iglesia en todos su tiempos, pero de sobremanera en el cual sale descrito acá. Es una película tan hermosa, que muchas veces resulta difícil verla a la cara. No creo que la vea de nuevo inmediatamente, pero aseguro a que en el futuro estaré alegre de sacar el DVD que me mandó Sam Juliano, ponerlo en un DVD y decirle a un amigo que se encuentre al lado mío: "te muestro una de las mejores películas de la historia del cine". Y seguramente, coincidirá.
Noticias de "Priest" (2011) #1
Hay un nuevo trailer de la película producida por Sam Raimi y protagonizada por el maestro Paul Bettany. Aquí nos muestran lo que esperamos: acción y vampiros, ¿qué más importa?
4 comentarios:
Well Jamie, I must say you have informed this 10/10 rating with what may well be your finest review in this much-flattering series. This is a horrific, vivid and often electrifying film that I had the great fortune of seeing months ago at the RUSSELLMANIA festival in Lincoln Center. You have done a great job discussing it, and I can only add that it deserves a full remastering and restoration by Warner Brothers. Ironically just today Warner Archives has announced remastered discs of Russell's SAVAGE MESSIAH and THE BOY FRIEND, which I will order (and then send you copied along with another worthy batch.) The print you watched here was missed the controversial "Rape of Christ" sequence, but all in all it was of decent quality. I'm delighted to see that you really went for it in a big way.
Sam: It Wasn't Complete?????? Just how much of that horrifying and beautiful scene of the raping of the figure of Christ was left? I described what I saw... there was more???? I can't believe it.
Glad you got a chance to see this one, Jaime. It's one of my personal favorites and quite an eye-opening experience, as you noted.
The "extended" Rape of Christ sequence is a bit more, but not a ton. The reason it's so controversial is that it's even more sacrilegious, though by that point in the scene, the point has been made well enough that the additional footage doesn't really add any more shock. Really, there doesn't seem to be any good reason why it's not in there when you compare it with the rest of the film.
Troy: It's quite shocking and has made into my top 25 movies of all time, for sure. It's one of those movies that feel sacrilegous, but only if they look at it on its surface, as some saint-like quality shines through all the blood and nudity.
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