Hoy es el día de la raza, pero qué importa, es un día más del terror y del horror y de toda las cosas que terminan con "or"... bueno, no todas, pero la mayoría que tenga que ver con lo truculento, lo horrible, lo miedoso, lo que nadie quiere tener cerca de sus casas. Y en esta ocasión seguimos con Drácula, y en esta ocasión James Rolfe nos presenta como siempre un video espectacular sobre la película, el cual pueden ver acá. Por mi parte, la veo y les doy mi visión.
Pues bien, tenemos acá otra cinta en la cual tenemos el problema de "Dracula: Prince of Darkness" (1966), en el sentido en que parte con un montón de protagonistas que no tienen ningún sentido y menos objetivo para con sus vidas, y menos en relación a la figura de Drácula. Tenemos a tres tipos importantes y millonarios que se dedican a gastar su dinero en distintos tipos de diversiones, incluso en el atrevimiento y la afrenta ante Dios, pues se encuentran con un extraño que les ofrece la aventura de sus vidas: resucitar a Drácula, el príncipe de la oscuridad, a quien les hace prometer lealtad antes de pedirles dinero para poder comprar los restos del vampiro para poder revivirlo en una iglesia desacralizada. Hasta aquí, todo bien... en el sentido en que los personajes finalmente encuentran un sentido, pero casi de aburrimiento, mientras que el satánico prepara el ritual que deberá terminar con el ingerir la sangre de Drácula, lo cual rechazan... "soy demasiado rico para esto", así que el satánico se la toma solo y muere. Fin. No, mentira, pero aquí empieza la aventura del escape de estos tres hombres que tratan de olvidar la muerte del satánico, mientras Drácula, encarnado en él, busca la venganza de quienes lo traicionaron en último momento.
La película se mueve por el borde del ridículo en cuanto a su trama y lógica, pero a primera vista, y con el sentido de entretenerse, pasa lo suficientemente inadvertido como para que no distraiga, y eso se debe principalmente a la presencia de Christopher Lee como Drácula, que realiza un papel lleno de venganza y digna de un villano de película de los años 80, matando uno tras otro a sus enemigos con ansias de venganza y sus ojos inyectados en sangre. Esta película habla, específicamente, acerca de cómo nosotros mismos podemos expiar nuestras culpas, y aunque parezcamos malos, o incluso seamos malos, siempre hay una posibilidad de redención. En esta película todo se recupera, menos la muerte, las poseídas se curan, las iglesias vuelven a ser consagradas, y aquellos que iban por la vía del pecado se reafirman y se vierten a las buenas obras. Qué lindo mensaje nos da la Hammer en esta ocasión.
El color rojo predomina en la película, y no solo por la sangre (que está en abundancia y en un color rojo muy exagerado y sobresaturado), sino que pareciera que el balance de blanco hubiera sido hecho con un color verde, porque los ambientes y hasta los personajes parecen rebosantes de un color rojo, las estancias y los rituales estaba rodeados de un halo rojizo, lo cual le daba a todo un tono mucho más colorido y a la vez asqueroso en el sentido en que parecía todo estar cubierto de la sangre de Drácula, lo cual es genial. Las actuaciones son correctas y la ambientación inglesa es simplemente insuperable, el set de la iglesia que se restaura es simplemente increíble, lleno de velas y vitrales hermosos, una pequeña obra de arte que solo dura un momento mínimo en pantalla pero que se graba a fondo.
Pues bien, una entrada aceptable por Lee y por la ambientación, pero estoy empezando a ver cómo el guión se debilita cada vez más, rodeando a Drácula, esto es peligroso a medida que las secuelas siguen y siguen saliendo.
7/10
2 comentarios:
Even the weaker Hammers are always a treat to look at,Jaime, but yes, the scripts became weaker as the sequels continued. I do remember this film (anything with Lee is memorable) but it's a very mediocre effort on balance. Of course your fine review frames it quite well.
Sam: Yes, but still it has Lee and the Hammer seal of victorian quality, anyway the sequel I saw today... wait for the review.
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