Wes Craven vuelve a posarse en la silla de Director en esta franquicia por segunda y última vez. Es agradable pensar que la última (ni el remake ni "Freddy vs. Jason" (2003) las considero parte de una saga como es la de Pesadilla desde la película original de 1984 hasta esta última de 1994, son 10 años (redondo) y son 7 películas (como los días de la semana). Ahora que he llegado al final oficial de la serie (y he visto todas las películas de "Viernes 13") tal vez pueda ver "Freddy vs. Jason" (2003) y graduarme como fan del slasher ochentero, pero siento que antes que nada puedo hacer una especie de retrospectiva hacia lo que ha sido la serie para mí, críticamente hablando. Tenemos la original, "A Nightmare on Elm Street" (1984), que para mí es una obra maestra, establece una mitología y un personaje increíble de manera completa, dejando clara las reglas y lo que sería la planta de tramas y movimiento para la mayor parte de las secuelas que vendrían. La secuela directa, "A Nightmare on Elm Street Part 2: Freddy's Revenge" (1985), compite por ser la peor de la serie, y no es por el mensaje homosexual que se trasluce (en ese sentido, "Monster in the Closet" (1986) es una mucho mejor película y con el mismo mensaje), sino porque Freddy no sale tanto, es un personaje que apenas es importante, ni se presiente, se entiende que está, pero es tan imbécil en su ejecución que sale mal parada. Las secuelas de Pesadilla siempre tomaron la vía de la ampliación de la mitología, así como el establecimiento de un tema, como en el caso de "A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors" (1987), que trata de cómo todos tenemos un poder interior y una fuerza que nos hace seguir andando, sin importar cómo seamos, y en ese sentido es la más exitosa en llevar a cabo esa premisa, pero a veces puede sentirse como la película más "glee" de todas, por su carácter de perdedores que se empoderan. Con "A Nightmare on Elm Street 4: The Dream Master" vemos que la serie empieza a decaer, pues su tema de tener un personaje que se empodera con la muerte de sus amigos, aunque escabrosa, funciona lógicamente, pero no se lleva a cabo con la fuerza que uno quisiera. La que sin duda es basura ridícula e innecesariamente complicada es "A Nightmare on Elm Street: The Dream Child" (1989), que tiene a un Freddy bebé, y aunque la película quiere girar en torno al período de nuestra niñez más infantil, incluso hablar de la concepción y el proceso de embarazo, la película falla por un guión inepto y secundarios basura que no sirven de nada. La más vilipendiada de todas es "Freddy's Dead: The Final Nightmare" (1991), pero resaltar de las demás, pues como la tercera parte de esta serie, su tema sobre la paternidad sí puede encontrarse en cada una de las escenas, y mantiene un tono divertido/entretenido/terrorífico que sólo se ve arruinado por algunas actuaciones ineptas. Y ahora tenemos "New Nightmare" (1994).
La película parte con otra película, con una secuela falsa de Pesadilla mientras se está grabando, tenemos a nuestra actriz principal, Heather Langenkamp, que interpretó a Nancy en la primera y tercera parte de la saga, la víctima y sobreviviente de Freddy, la más famosa de las actrices que pisaron la saga (bueno, después de Johnny Depp) y que ahora es madre de un niño. Pero lo que vemos rápidamente se transforma en una masacre, que es interrumpida por un terremoto, que hace que nuestra protagonista se despierte, era todo una pesadilla. Ella interpreta a ella misma, y ya sabemos de qué va la película, Wes Craven (que se interpreta a sí mismo), está creando una nueva película sobre Freddy, pero basándose en sus nuevas pesadillas, que tratan sobre cómo Freddy es realmente una criatura ancestral que toma poder de los sueños de las personas para matarlas, y que la única forma que tiene de detenerse es por un creador/artista (el egocentrismo de Wes es delicioso en este caso) que logre atrapar a la figura en la ficción e imaginación de las personas. Suena comprensible. Luego tenemos que Freddy está saliendo por ahí a matar gente, así como poseyendo al hijo de Heather para que se haga manifiesta su presencia.
La película técnicamente es una maravilla y la diferencia que tiene con las secuelas anteriores le da un valor especial a todo el conjunto, sobre todo cuando se han visto las peores secuelas una tras otra, esto es como un tarro de agua helada a la cara, que resulta realmente terrorífico, pues se tiene a cargo a un verdadero director, con trayectoria, y no un primerizo (como ha sido el caso general de casi todas las secuelas anteriores- de la 2 a la 6-). Las tomas se ven interesantes, la fotografía es espectacular, y a veces las performances alcanzan una naturalidad casi documental tanto en su terror como en su conversación habitual. La película es tensa y en verdad da mucho miedo, su aspecto real la vuelve algo especial cuando se ve con la atención correcta. Es una de las mejores o quizás la mejor secuela de la serie Pesadilla por su diferencia con respecto al resto y por tener a Wes Craven actuando, ¿quién va a pensar ver eso?
Véala. Incluso puede verse cuando sólo has visto la primera. Muy genial.
8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario