miércoles, 6 de agosto de 2008

Miércoles de Cuentos: La rutina de una empleada de lavandería, "Que veinte años no es nada"

No un cuento, otra entrevista, aunque no se note...

Barton Dawes es el protagonista de la novela “Carretera Maldita”, de Stephen King. El hogar y lugar de trabajo de este personaje van a ser demolidos por la ampliación de una carretera, lo cual le produce gran desazón. Esto lo lleva a defender su hogar con armas de fuego y explosivos. ¿Qué es lo interesante de este personaje? Es que es empleado de una lavandería, tal como lo es Patricia Debia.
La gente llega a la sucursal Grecia de Indulaval Ltda. a entregarle su ropa a Patricia, la cual ella revisa minuciosamente, buscando todas las manchas. Anota en la factura: la prenda, su color, el número de botones, marca y finalmente toda la suciedad de la cual ha podido percatarse.
Cada día, desde la central, llega la camioneta. Esta trae los pedidos de ropa ya listos y se lleva las nuevas prendas a lavar. Cada sucursal tiene su color de lana, es decir, su propia marca distintiva, para no confundirse entre las órdenes de las distintas filiales.
Patricia tiene una vaga idea de cómo es el proceso de lavado en sí, pues ella desde que empezó a trabajar en el rubro de las lavanderías, hace ya más de veinte años, sólo ha sido recepcionista de ropa y encargada de local. Conoce muy básicamente los procesos de lavado a vapor o en seco, pues ha tenido que sugerirlos para ciertos tipos de manchas.
El primer trabajo que tuvo ella en su vida fue de recepcionista de ropa en una lavandería y desde ese entonces se ha enamorado del cargo. Recuerda cómo en sus primeros meses le daba asco la ropa sucia de hombre que a veces llegaba a sus manos, pero con la experiencia y los años ha aprendido a tolerar de todo.
Estos últimos días, Patricia ha estado recibiendo la ropa desde la central de parte de Ana Yantel, supervisora de las agencias, debido a que la empresa no cuenta con un chofer en este momento.
Desde esta dependencia, donde los clientes raras veces vienen a buscar en la fecha indicada su ropa y es necesario llamarlas por teléfono, se ve muy lejana la figura de la planta en La Florida. Tiene un ambiente más silencioso y ella puede oír cómo caen las gotas de lluvia mientras no llega ningún cliente.
Patricia Debia tiene tan sólo un reparo respecto de su trabajo, y es el horario, el cual se extiende desde nueve de la mañana a nueve de la noche. De lunes a sábado.
Stephen King usó la figura del empleado de lavandería en su libro para decir que a ‘cualquier persona’ le puede pasar. Ella piensa que ‘cualquier persona’ puede llegar a trabajar en una lavandería. ¿Se puede esperar la rebelión de Patricia en un futuro no tan lejano?

Nota: 6.0, era un 7 pero me descontaron un punto por un error.
Vote por su película.


Here it is:

was still wheezing, but he felt a little better. Heartbeat slowing, thank God. Who knew the climb would get so steep after fifty? He thought: I have to start working out. Get back in shape. God only gives you one body.
'Right, yeah, good call,' Junior murmured. He grabbed the bloody Bible, wedged it between Coggins's thighs, and began rolling up the body.
'He

2 comentarios:

xupi42@gmail.com dijo...

uta algún día entenderé las historias

papi dijo...

Este es uno de los cuentos que más me ha gustado, en serio, lástima que xupi no pueda (quiera) entenderlos... :(