viernes, 27 de julio de 2012

100 Días de Terror - Nº4: Noroi (2005)

Horror en forma documental, por Jaime Grijalba.
Uno pone una película en su DVD sin saber qué esperar... o aprieta play en youtube sin saber qué es lo que le espera, por eso el inicio de esta cinta es tan poderoso, porque parte con una profunda voz japonesa contándonos la historia de un investigador de lo paranormal que ha desaparecido hace algunos meses y que se dedicaba a realizar documentales en formato VHS sobre diversos eventos extraños ocurridos en todo Japón, por donde se movía con un afán periodístico del más alto nivel, consiguiendo las entrevistas, los materiales y los experimentos fílmicos más extraordinarios, demostrando irrefutablemente la existencia de fuerzas paranormales en nuestra realidad, y sobre todo en la sociedad espiritual japonesa. Cuando vemos ese rostro investigador, ya conocemos a este personaje y sabremos que no se va a detener y que nunca va a dejar de grabar aunque esté pasando por el momento más peligroso de su vida.
Luego, la voz nos muestra una cinta, el último VHS editado, dirigido y producido por nuestro investigador paranormal, Masafumi Kobayashi. El quizás más controversial e increíble de sus videos, "Noroi: The Curse", el último que se lanzara antes de su misteriosa desaparición. Luego la cinta pasa a mostrarnos el material grabado por Kobayashi y puesto en la cinta tal cual como está ahí, con los efectos de edición, el material de archivo, los textos, las investigaciones, las entrevistas, los experimentos y quizás la mayor aventura de la vida de Kobayashi, involucrando apariciones reales con fantasmas, rituales ancestrales, figuras demoníacas de un pasado perdido y una historia demasiado escabrosa como para poder creerla en un principio... pero que nos aseguran que es real, en un cien por ciento, o al menos así es como queremos tomarlo aquellos que estamos disponibles para suspender nuestras dudas ante algunos elementos poco lógicos de su historia... o por los efectos especiales...
Pero lo que de verdad es lo más efectivo de toda la película es que cuando termina la película hecha por Kobayashi... retrocedemos y volvemos a ver la consola donde se realizaba la reproducción de este VHS, como si todo este tiempo hubiéramos estado haciendo un zoom in hacia una pantalla digital viendo ediciones y entrevistas, material de archivo y reacciones de horror, siendo testigos por una doble pantalla de los hechos documentados, como si fuera necesario protegernos con una doble barrera de separación (la nuestra y la que reproduce el evento) de los horrores reales y cercanos a los cuales hemos sido testigos, como si ese VHS contuviera la maldición en sí y esta fuera de alguna manera contrarrestada a través de este elemento de la doble pantalla. Pero eso no es todo, sino que el recurso es utilizado para decirnos que eso no es todo lo que tenemos que ver, sino que hay más material, uno que viene a llenarnos de todo el miedo que tal vez esa cinta cuidadosamente editada no pudo lograr. Una toma secuencia, quizás la toma secuencia del género del terror más efectiva de toda la historia. Una que no resuelve, sino que hace más preguntas. Las que sólo se responderán en nuestras cabezas, debido a la incertidumbre acerca de la realidad de lo que acabamos de ver.

"Noroi" (2005) es uno de los filmes de terror más efectivos de la historia del cine japonés de terror, el cual tiene una amplia historia desde el cine mudo, pasando por las cintas de época samurai con fantasmas, ciencia ficción y llegando a esta, una de sus cumbres más altas, usando el método y la tecnología de las cintas de "metraje encontrado", nos encontramos con la obra maestra de este género del documental falso de terror (pero qué tan falso es, el elemento japonés nos entrega aún más inquietud, no podemos corroborar al 100% que todo es ficticio). Una obra que mezcla todos los elementos que hacen efectivas a estas películas: la sorpresa, la sensación de realidad, la actuación naturalista y las tomas en forma "amateur" (elemento que se ve disminuido en gran parte del metraje a causa de la profesionalidad con la cual se manejan algunas tomas, es decir, nos encontramos por primera vez con un camarógrafo que no nos marea cuando sigue movimientos traseros de personajes o cuando decide irse en una tangente de la investigación y explorar por su propia cuenta.
Hay un elemento tribal japonés que siempre me ha parecido demasiado interesante y que aquí se siente vivo, real, usado de su mejor forma, pero sin que nunca se muestre un ritual del cual participen nuestros protagonistas (sólo se ven atisbos de la tradición y el antiguo ritual en retazos de filmes de archivo, encontrados ya bastante avanzada la trama de la historia), o encontrando retazos de esos rituales, ya que el último se realizó hace varias décadas, y el único rastro de ese ritual se puede sentir en la carne de un par de personajes, que han quedado marcados por los mismos y que aún viven sus secuelas, y que finalmente son los verdaderos responsables de los eventos que ocurren en Japón y que está investigando nuestro sagaz reportero paranormal Kobayashi-san.

Uno de los elementos técnicos mejor logrados de la cinta es la gran variedad de lugares que son visitados y que son realmente importantes para la trama, y el gran detalle que se le da a la ambientación y caracterización de esos lugares, así como la gran labor de búsqueda de los lugares precisos: pueblos, campos, templos, donde deben ocurrir los eventos más importantes y asustadizos de la película. Es importante recalcar la película da miedo, mucho miedo, y es una gran película de terror tanto por lo que muestra como por lo que no muestra, y aunque suene tonto decir que es una película de terror que da miedo, pero es que en estos días modernos, tantas pocas cosas dan miedo, que es necesario decirlo sobre una película, pues es algo difícil de lograr.

Otro de los enormes logros es el pensar que todo "material de archivo" fue creado especialmente para la película, y se nota que este director tiene una gran experiencia y varios contactos con varios tipos de medios y mundos de diversos tipos, pues pudo grabar en varios estilos de distintos programas de televisión, de manera que resultan completamente realistas dentro del contexto de la televisión japonesa y la narración que se está llevando a cabo. Basta pensar que uno de los elementos que más miedo da de toda la película se da en el contexto brillante y colorido/divertido de un programa de televisión de variedades, donde se muestra un reportaje/experimento hecho con niños para demostrar sus poderes psíquicos, y la forma en que la niña más perceptiva falla es de lo más espeluznante que van a ver, además de tener una consecuencia hacia el final de la cinta que resulta completamente estremecedor, sobre todo cuando uno piensa en la amplitud del plan de un ser maligno como un demonio.

Creo que he dicho demasiado sobre la película. Véala. Ahora.

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