Escritor, periodista, cronista... vaya, qué pena tener que perder a un personaje tan importante de la literatura nacional, premio nacional el año 2006, uno de los constantes referentes sobre los escritores que se fueron al exilio durante el gobierno de Pinochet, pero que en realidad nunca dejaron de ser chilenos en su corazón, no se internacionalizaron como muchos otros que se transformaron en "ciudadanos del mundo", trastocando sus sentidos morales o políticos. Comunista, como muchos y como los que todos debemos ser: con consciencia, verborrea y motivos para serlo, hijo de escritor y de militar, su obra se puede considerar esencialmente personal y localista, aunque no por eso criolla. Institutano y santiaguino, qué mejor persona es la que logra ser periodista saliendo del Instituto Nacional, siempre recordando su colegio... Pariente mío, pero qué importa, no me considero un experto en su obra, una vez lo vi en la feria chilena de libro, lo saludé y le dije que quería ser escritor, lo primero que me dijo fue que "estudie otra cosa", que "diera plata", porque si no, me iba a morir de hambre. Nunca olvidé su consejo, y tal vez por eso estoy estudiando lo que estoy estudiando, pero no creo que esté muy contento si le hubiera contado, ahora sólo me voy a morir de hambre menos pronto.
De todas formas Porái es como literatura esencial desde mi punto de vista, una de esas novelillas chilenas que quedan olvidadas por el tiempo o por la flojera de no volver atrás por un rato y mirar qué hay en esa caja olvidada en tu clóset, llena de libros que nunca leíste o que tal vez no quisiste leer. Tal vez haya una novelilla de José Miguel Varas en su caja personal, búsquela, lo único que puede perder son sus ganas de leer otra cosa que no sea las obras de José Miguel Varas.
1 comentario:
Geez, Jaime, quite a few passings as of late, sad to say. Obviously he is a most important figure as you lovingly attest to here.
R.I.P.
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