d Patricia Correa, Valentina Mac-Pherson f Denis Arqueros ed Catalina Marín
Hay veces en que uno no puede sino caer ante la grandeza de un trabajo corto, ya sea cortometraje o mediometraje (en este caso particular, lo segundo), y no es porque uno espere menos de trabajos de este tipo, sino mas bien todo lo contrario: espera que con ese corto tiempo de duración puedan lograr tal vez no contar una historia, sino crear una sensación especial, dejar un sabor en la boca, algo difícil de lograr para cualquier director, guionista o artista de cualquier clase. La gracia ahora es que pocas veces eso se puede lograr con un mediometraje documental chileno, pero este lo logra a la perfección. Claro que si fuera una sola sensación no alcanzaría mucho más que una clasificación, la gracia de este documental es que deambula por varios momentos y sensaciones, por una erotización que puede incitar reacciones corporales, una tristeza por la vida de las protagonistas, alegría y risa cuando nos cuentan sus historias, asco cuando descubrimos visualmente algunos detalles... y la sensación de ser espías y cómo los directores con su dirección y encuadre logran ponernos dentro del lugar y darnos la sensación de ser unos espías, unos metiches, que nos estamos inmiscuyendo demasiado en la vida de desconocidos que sólo buscan su privacidad.
El documental nos retrata el trabajo que realizan las personas encargadas de la limpieza en un hotel pasajero, o más conocido vulgarmente como motel parejero, un lugar donde cualquier pareja (y con el precio adecuado) puede tener un momento de privacidad en un lugar con las comodidades adecuadas para realizar el acto de amor más bello de toda la historia... claro, que la presencia del amor en un lugar como este es siempre discutible y hasta uno puede realizar una tesis sobre su inexistencia, pero basta ver este documental para darse cuenta que en este mundo y en este país hay de todo, y en tan sólo 45 minutos logramos una comprensión impresionante sobre la idiosincracia y del amplio abanico de personalidades y personajes sexualmente activos (o no) que se encuentran en esta cinta, y todo gracias al acceso especial que tenemos gracias a estas dignas trabajadoras que se esfuerzan diariamente, queriendo o no su trabajo, queriendo o no las circunstancias o las mismas ocurrencias que se producen en su entorno de trabajo. A través de ellas podemos reconstruir diferentes tipos de actos, curiosos o espeluznantes que ocurren tras las paredes y puertas de la privacidad de todos los chilenos: drogadicción, lujuria, sadomasoquismo, engaños y amor, pese a todo lo que lo rodea, hay veces en que un amor verdadero sólo tiene la posibilidad de expresarse en un lugar como este. Las trabajadoras son sujetos impresionantemente interesantes, con diversas actitudes y formas de hablar, lo cual también alimenta el discurso de la diferencia y cantidad de aristas en nuestra querida sociedad mundial, o en este caso, chilena, que va más allá de las decisiones que tomamos o del color de nuestra piel, sino sobre lo que nos gusta hacer en el momento en el que estamos más solos que nunca.
Como documento antropológico triunfa de manera excepcional, porque, como ya queda dicho, tenemos un vistazo (incluso a veces profundo) a una faceta que antes sólo ha quedado ridiculizada por las dañinas mentes de empresarios busca dinero como el Rumpy o Boris Quercia, que dejan al sexo como algo entretenido y simplemente que busca la excitación del espectador, lo cual de alguna manera sucede en este documental en ciertos momentos, pero que queda en segundo plano frente a la cantidad de información extra que nos ofrece. Los mejores momentos de la cinta ocurren cuando nos convertimos en espías de esa intimidad, escuchando a través de las paredes, mirando los pies de quienes entran y salen de las piezas, con pasillos largos y preciosamente fotografiados. Las entrevistas y las historias de estas mujeres, que deben ser las únicas que no tienen sexo en este lugar, son entretenidas y grabadas de una manera original, mostrando las cualidades y características especiales de cada una de ellas. Como documental triunfa y como pieza de entretención, uf, aún más, así es como un documental debería ser.
9/10
2 comentarios:
I don't admittedly know any of the films in this survey, but I must commend you on some terrific writing and all sorts of insights. This latest essay in particular really offers up a trenchant examination of a more than intriguing film. Congrats with this great series!
Sam: thanks!
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