Hace frío, mucho frío. Son dos y el helado viento levanta las mantas que cubren a esas desdichadas. Parecen moverse, pero siempre estarán inmóviles, encorvadas de frío.
La mujer se aferra lo más que puede a sus ropajes, una de las pocas cosas que le quedan; su rostro mezcla la desdicha con el placer, sus ojos ciegos lloran sin lágrimas.
La hija se carga contra su madre, calentando sus manos con su aliento, mira al cielo, buscando una explicación. La madre, desesperada, la toma, no vaya a ser que se la lleve el ventarrón.
Nota: 6.5, reclamaré.
PD: Sí, volvieron, tal vez no haya todos los martes pero habrá algunos nuevos.
PPD: La estatua es La Misére, se puede encontrar en el Bellas Artes.
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