sábado, 6 de marzo de 2010

#9 Up


Up (Pete Docter y Bob Peterson)
Nuevamente disculpas a quienes hayan leído mi pequeña entrada en las mejores películas del año, donde sacó el puesto número 6, pues lo usaré como plataforma para poder escribir la crítica y ver qué más puedo decir sobre este filme de animación.
Esta película es mala, maligna, es como un pequeño diablillo que se ríe de tu infortunio, una maldita máquina que te hace sentir sensaciones horribles y además se jacta de ello, mostrándote en un espejo tu propio ser pútrido interior que tanto detestas y tratas de comprender. Todo esto lo digo porque esta película tiene la facultad de hacerte llorar en los primeros cinco minutos... y eso no se hace, es malo, yo no quiero llorar, no me gusta llorar.
Voy a contar la historia de esta mala película, para que se hagan un poco la idea de qué tan maligna es. La película parte con un pequeño niño llamado Carl, que de grande quiere ser un explorador, viendo un informecial sobre cómo su héroe Charles Muntz busca un ave del paraíso en un lugar de Sudamérica. Al salir del cine, se encuentra con una niña de su edad llamada Ellie, que tambien admira al mismo explorador, y se prometen que irán juntos algún día a Sudamérica a explorar; obviamente, terminan enamorándose y casándose, pero cuando quieren tener hijos, resulta que no pueden (aquí las primeras lágrimas aparecen en mis ojos), pero deciden seguir adelante, juntando dinero para algún día viajar a Sudamérica, pero diversos problemas a lo largo de su vida les impide hacerlo, hasta que un día ella muere y él se queda solo.
Hacerte llorar en los primeros cinco minutos es una hazaña que pocas películas pueden realizar, cualquier película de Holocausto quisiera lo mismo, pero no lo logra, pues se nota que esta película está hecha con el corazón, sabe cómo tocar las fibras sensibles de cada uno de nosotros. Encontrándose solo, Carl se transforma en un viejo gruñón simpático, que decide de un día para otro atar un montón de globos a su casa para cumplir su sueño y volar a Sudamérica, dejar su casa en ese lugar hermoso. Lo que no contaba es que un pequeño niño explorador estuviera en su casa cuando él partiera, Russell, un gordito simpático que viene a arruinarle la fiesta.
A lo largo de la película vamos viendo distintos personajes que se van uniendo a Carl, ayudándolo o deteniendo su camino, entre otros el ave paradisíaca que su héroe tanto buscaba y Dug, un perro con un dispositivo que le permite hablar como humano, haciéndolo el personaje más adorable de toda la película y mi favorito (ARDILLA), pues soy como él, de un modo u otro. Los personajes hablan entre ellos y llegan a entenderse y conocerse, lo cual no siempre ocurre en las películas para niños, que tratan de inculcar demasiado obviamente una lección inútil. La película nos habla, finalmente, sobre cómo todo lo que deseamos, todos nuestros sueños, la felicidad al fin y al cabo, está en lo que nos rodea, en las cosas simples, que son las que debemos disfrutar (lección que también daba Zombieland, por muy raro que parezca).
Pixar ha realizado las mejores películas de animación de toda la historia en estos últimos años, pero esta es la que ha llegado a mis favoritas, dejando fuera a todos sus intentos anteriores (salvo WALL·E), pues es una película que está hecha por seres humanos que no quieren ganar dinero, sino personas con afán de contar una historia con alma y corazón, una historia que nos hace llorar y reír, una película completa, una obra de arte.
Yo, personalmente, nomino a Carla como el viejito más gruñón/simpático de toda la historia del cine, dejando fuera de la cancha a Scrooge o Santa Claus o cualquiera que se atreva a quitarle el puesto. Y sobre Russell, es el mejor gordito simpaticón de todo el Siglo XXI, se lo gana todo... pero no puede ser el mejor de la historia del mundo, pues ese puesto corresponde al gordito de los Goonies, desagradable y agradable gordito ceboso. Lo interesante de la película, es que logra tocar muchos temas con seriedad, pero siempre bajo la visión de Russel, tornando toda la película en un ejercicio de paciencia y conciencia, no como El Niño del Piyama a Rayas, que me adoctrinaba de cosas que ya sabía bajo una perspectiva poco interesante del niño alemán.
Nada más que decir, la película técnicamente es correcta, es de las mejores animaciones que he visto, predigo un obvio Oscar a la Mejor Película de Animación y una Mejor Banda Sonora por Michael Giaccino y su banda orquestal circense alegre y simple, pero llena de corazón. Le pongo un 10, no hay nada que hacerle.

2 comentarios:

María Francisca dijo...

ay... Up... ya te dije, cuando fui al cine me quería ir, tenía muchísima pena! pero me encantó. A toda persona que conozco y que ha visto la película, le ha encantado. Es para todos. El mejor personaje es Dug (Habla, ¡Hola!) xD Ojalá gane los premios que dices... es q me encantó y tengo un nuevo respeto por los globos de helio.

Pato Astudillo dijo...

Up es una película muy tierna, tus predicciones resultaron correctas. Y no creo que estuviera mal que los primeros 5' nos hagan llorar, porque nos dejan reconectarnos con nosotros mismo; la interioridad que dejamos cuando corremos y olvidamos a ese niño que espera sorprenderse.
cuidate