jueves, 23 de febrero de 2012

#7 - Midnight in Paris (2011)

Midnight in Paris (Woody Allen)
Esta es otra de esas películas que, con el paso de las semanas, y con el éxito de la película con el público (esto es, para los estándares y lugares donde se suelen dar las películas de Woody Allen), que iba segura a los Oscars como nominada a Mejor Película, e incluso se habló durante algún tiempo que podría llegar a ganar, pero esa posibilidad se fue desvaneciendo cuando otras películas entraron a la carrera. Aparte, la novedad de la película, aparte de ser la más exitosa de la carrera de Woody Allen, es que es, supuestamente, una de sus películas mejores en mucho tiempo... como si siete años fuera muy poco tiempo después de una de sus mejores películas, "Match Point" (2005), y pese a eso, creo que no han habido malas películas de Woody Allen en los últimos siete años, todas tienen diversos grados de logros y unas son mejores que otras, pero no hay nada esencialmente desechable (salvo por la olvidable "Cassandra's Dream" (2007), y eso que soy alguien a quien le gusta ese tipo de películas). Quiero decir, "Match Point" (2005) es una de sus mejores películas, tal vez la mejor desde esa obra maestra que es "Deconstructing Harry" (1997), "Scoop" (2006) es un gran misterio con excelentes actuaciones y con mucha comedia negra, "Vicky Cristina Barcelona" (2008) tiene una gran actuación de Penélope Cruz, "Whatever Works" (2009) es una de las mejores comedias de Woody Allen en mucho tiempo y ha sido injustamente criticada como una de las peores de su carrera (ni cerca), e incluso la vilipendiada "You Will Meet a Tall Dark Stranger" (2010) tiene un casting impresionante que trabaja tremendamente bien.
Pese a las enormes cantidades de críticas positivas, creo que al final son justificadas, y para mí, alguien que se ha visto todas las películas de este clásico y memorable director norteamericano, "Midnight in Paris" (2011) resalta como una de esas películas que puedes recordar la trama, los personajes y lo que pasa, lo cual es bastante difícil después de tantas películas con temas en común y personajes arquetípicos similares durante ya casi 50 años. Eso es gracias al elemento inusual y alejado del realismo que generalmente eleva mucho material un tanto débil que tiene, resultando siempre en películas muy buenas o decentes, lo cual ya es mucho decir para alguien que lanza una película al año sin excepción. Una coincidencia ocurrió hoy, el día en que escribo esta crítica, me compré un libro sobre Woody Allen, escrito por un tal P. Agustí, nada muy avanzado (llega hasta "Mighty Aphrodite" (1995) en orden cronológico) y mucho menos teóricamente avanzado, pero igualmente interesante para leer la opinión de otra persona sobre este director que ha causado tanto fanatismo y fanáticos durante tanto tiempo. Así que, para completar el libro, o al menos empezar a hacerlo, démosle una mirada al último trabajo internacional de Woody Allen.
Nuestro protagonista (Owen Wilsen), su pareja y los padres de ella están de viaje por Francia, en París específicamente, y este joven escritor (Wilson) espera que la ciudad de las luces y la alta cultura (siempre existente en el pasado, como el dueño de la tienda de antigüedades de la novela que escribe) pueda inspirarlo a mejorar y finalmente publicar. Por otro lado, unos amigos de la pareja los ayudan a recorrer los lugares clásicos y fundamentales de la ciudad luz, como el palacio de Versalles o el restaurant o el café de moda. Todo cambia cuando el personaje de Owen Wilson decide dar una vuelta por el París nocturno, para que sus jugos creativos den lugar a algo mejor desde el manuscrito que tiene en sus manos, y al tocar la medianoche algo completamente imposible sucede: un auto aparece, pero es un auto antigüísimo, como de los años 20, y del auto sale F. Scott y Zelda Fitzgerald, dos de las figuras literarias más importantes. A ella se añadirán con el tiempo Ernest Hemingway, Cole Porter, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Man Ray e incluso Luis Buñuel.
El personaje de Owen Wilson se encuentra en el paraíso, se encuentra rodeado por la cultura y la ciudad que ama por sus propias memorias y por lo que ha leído. Su manuscrito es entregado a la experta en corregir, Kathy Bates, que le da notas e ideas sobre cómo realmente tiene que despertar del ensueño que lo lleva todas las noches en un viaje por el tiempo a los años 20. Su situación especial lo ha llevado a dejar de lado, aunque sea de manera ausente, su vida de vigilia en el París del presente, pero a la vez lo vuelve más consciente de situaciones que pasaban inadvertidas, ahora reveladas gracias a sus experiencias extratemporales. Y poco me queda que decir acerca de la trama en sí, es una historia bastante simple, con una premisa clara del personaje que viaja en el tiempo y aprende cosas, así que pasaré a lo más importante.
Creo que la historia es quizás demasiado simplista y que cuando ya hemos visitado en ciertas varias ocasiones esa edad de Oro del pasado de los años 20, ya se empieza a tornar un desfile de celebridades muertas, la referencia por el hecho de la referencia, como mi pregunta que fue respondida de manera poco satisfactoria: ¿dónde está Buñuel? Y me dan la peor interpretación de un joven Buñuel y el peor origen posible a una de sus mejores películas, "El Ángel Exterminador" (1962). Sin embargo, la película no es mala, divierte y enseña mucho acerca de la vida de la época y de qué hicieron todos esos artistas, como se relacionaban y todo eso. Es claro que la película está lo más lejano posible de lo factual, pero hay algo en la magia de la cinematografía que te hace creer que ese París de los años 20 es el verdadero y que los cameos (como el genial de Arien Brody haciendo de Salvador Dalí) son en realidad los artistas verdaderos, que conocieron a un huérfano del tiempo, que hablaba y se vestía extraño y que aprendió con ellos a no idealizar el pasado y la nostalgia (pese a que la película sí la idoliza, con la constante aparición y el tono dorado dado a todas las secuencias del pasado, lo que hace que la película, filosófica y visualmente, se dé un disparo en la pata).
La fotografía es naranja e interesante en las secuencias del pasado, mientras que en el presente es blanda y poco atrayente. Las actuaciones son competentes, pero creo que nadie realmente se le da el espacio para que puedan brillar y dar una gran actuación. Pese a todo, creo que Marion Cotillard, que hace el papel de la mujer que se enamora de Owen Wilson en el pasado es la mejor actuación, llena de tristeza y un destino cruel que no puede ser evitado. La dirección y ambientación de época está bien, aunque controlada, apoyada por los sets pequeños y por la grandilocuencia y detalle dados al diseño de vestuario, quizás lo más aplaudible de toda la película, además de los ingeniosos (aunque puede que aburran a algunos) diálogos del guión conciso y simple de Woody Allen.
Woody ha sacado dividendos con la película, y es una película memorable, que gusta mucho y con la cual la gente en su mediana edad o con graves problemas de nostalgia, mirará con más cariño o como un golpe en la cara. Nominada a cuatro premios Oscar, sin embargo, esta no se llevará ninguno en especial.
8/10

2 comentarios:

Sam Juliano dijo...

I never bought the bumbling Owen Wilson as a writer, and thought the film uneven despite the great atmospheric feel for Paris. I know I am in the minority, so perhaps I missed something. Much appreciate your great appraisal here, and also know in general you love this director. Overall, I do as well.

Jaime Grijalba dijo...

Sam: Owen Wilson isn't the strong point of the film, but it's good enough in the dialogue, script and atmosphere department.