Miércoles de Cuentos: "¿Cómo puede un trabajador perder su sueldo en un fin de semana?"

Basado en una historia real...

La mujer retira parte de su sueldo del cajero automático, contándolo dos veces antes de pedir su recibo y tarjeta. Un joven tras ella le dice que se le cayeron dos mil pesos. Ella, dudando un segundo, se da vuelta y los recibe. Saca su tarjeta y se va del lugar. Al lunes siguiente se entera de que esa no es su tarjeta y que su sueldo se ha visto reducido a 650 pesos.
Cuatro días después del incidente, la mujer se acerca al BanCondell de Agustinas. Arrastra tras ella un bolso con ruedas, donde lleva pruebas y guías para sus alumnos. Es temprano y el banco está vacío, entra rápidamente y busca con la mirada el lugar donde debe acercarse.
La mujer es atendida por una joven rubia y que usa lentes. La mujer pide, sin preámbulos, una tarjeta nueva. Cuando le preguntan por la razón, empieza a narrar cómo fue el robo de su tarjeta.
“Yo avisé en el BanCondell de Plaza Egaña, el lunes. Hasta entonces, pensé que me la habían clonado” termina la mujer, mientras muestra la tarjeta que le han dejado a cambio de la suya.
“Vamos a solicitar la tarjeta” dice la joven, tomando el carné de la mujer y escribiendo sus datos en el computador. “Tiene un cobro,” anuncia la joven, “Depende del contrato”. La mujer no da muestras de preocupación y ve cómo la joven se levanta a buscar lo que ha impreso.
La joven vuelve y la mujer firma el papel. La mujer quiere irse, pero la joven le pide la tarjeta cambiada. La mujer anuncia que la quería como “evidencia” para la “denuncia al Ministerio Público”.
La joven, finalmente, le pide la tarjeta para sacarle una fotocopia. Se aleja y va con un colega. Le pide que le lea el nombre en la tarjeta, que está borrado. Resulta ser la tarjeta de Eduardo Filippi González.La joven le devuelve la tarjeta a la mujer y le anuncia la fecha de llegada de la nueva. La mujer se va del banco, arrastrando su bolso, y sabe que “Una tarjeta nueva no implica mi sueldo de vuelta.”

Nota: 5.0 400.000 pesos para un cinco...