Veloz horror, por Jaime Grijalba.
Nuevamente hacemos un giro, esta vez hacia la literatura en estos 100 días de terror, con una novela con un título claramente vinculado a lo mejor (y a veces lo peor) del horror tanto novelesco, cinematográfico y videojueguístico, pero que puede resultar decepcionante si lo que buscas son cadáveres tambaleantes y hambrientos por cerebros que pululan en las narrativas de los ejemplos dados anteriormente. Sin embargo, el título bien puede servir como metáfora (interesante resulta pensar que un monstruo, generalmente usado para metaforizar sobre el momento en el que está pasando la sociedad humana en ese momento, sobre todo en el caso de George Romero) de los personajes, en específico de un grupo que va creciendo y va tomando más adeptos a medida que pasa el tiempo (como un grupo de zombies que va mordiendo y alimentándose, creando aún más y más zombies). Lo mas interesante de todo es que, pese al título y el nombre del autor, esto se trata de una novela chilena, es decir, escrita por un (seudo) chileno y publicada en su primera edición en Chile, y con una gran cantidad de publicidad en su tiempo. Lo más curioso fue cuando pedi el libro en la Biblioteca de Santiago, generalmente mi primera parada para toda literatura chilena de autores que aún no conozco completamente, y luego me fui a ver a mi polola y le mostré el libro, me dijo que se lo habían hecho leer en el colegio, lo cual me indica lo popular que fue en su momento y lo lejos que ha llegado.
Así que la historia que nos presenta es una post-apocalíptica, como casi todas las narrativas de zombies, pero aquí es a causa de una bomba nuclear que destruye la ciudad, dejando solamente un suburbio de niños ricos (cuyos padres estaban afuera en la ciudad al momento de la explosión) que pronto empiezan a formar su propia corrupta y fallada sociedad, simplemente por poca madurez rápidamente las cosas empiezan a ir mal, las hormonas hacen su efecto y las drogas (el modo en el cual los zombies hacen su aparición) empiezan a ingresar lentamente, a partir de las afueras hasta entrar en las casas de los niños más bien del lugar. La descripción de las desfiguraciones, de las primeras exploraciones sensuales y de aquel lugar que parece llamar a la muerte, el crater donde antes estaba la ciudad, son magistrales, hipnóticas y vívidas, no hay por qué dudar de que se trata de una de las novelas que más claramente se pueden adaptar al cine de manera más "rápida" con una adaptación fiel (salvo por el asunto de tener jóvenes púberes, el elemento más... complejo).
Vengo a recomendar completamente este libro no porque sea corto, sino también porque me lo leí en un solo día, lo pedí como a la 1 de la tarde en la biblioteca del Metro y lo devolví a las 9 del mismo, habiéndomelo devorado en muy poco tiempo, si perdonan la expresión zombiesca que ocupo. Es un libro corto, narrativamente complejo, que recuerda a historias como "El Señor de las Moscas" u otros clásicos literarios, y todo en un paquete simple/complejo que resulta fácil de leer, y ese es el mejor halago que le puedo hacer a un libro, me hizo querer leerlo hasta el final lo más pronto posible.
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