domingo, 30 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 69: Gyo (2012)


La última, por Jaime Grijalba.
Por una simple cosa de tiempo y apuro, no les puedo der una última crítica nueva antes de que empiece Octubre y entremos de lleno en el Mes del Terror, que viene a ser lo que he estado esperando por los últimos 69 días. Gracias a los que siguieron esta maratón que tengan por seguro NUNCA voy a repetir hasta al menos unos años más, porque he quedado muy agotado con toda la experiencia, atrasé muchas críticas, entradas y otros que tendré que apurar para poder sacar durante noviembre.
Otra noticia, durante la próxima semana estaré en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, eso no significa que no tendremos mes del terror. Me esforzaré, pero me conviene adelantar un par de películas en estos días antes de partir, pero no por eso no seguiremos con la clásica experiencia de ver una película de terror al día y criticarla al momento de terminar de verla. Muchas gracias a los que siguen esta milenaria tradición.
Sin mucho más que agregar, les dejo esta crítica del animé japonés más asqueroso e increíble que he visto en este año, Gyo, acá en Wonders in the Dark.

sábado, 29 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 68: "Biohazard: Damnation" (2012)

Para esta ocasión los llevo nuevamente fuera de este sitio y nuevamente a Wonders in the Dark para que puedan leer mi extensa crítica a la nueva película animada que sigue los eventos de Resident Evil. Pueden leerla acá.

Disfruten.

viernes, 28 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 67: Yogen (2004)

Perderse, por Jaime Grijalba.
He aquí una película japonesa de terror que habla sobre temas complejos, aunque a veces cliché, entregándonos miedo o terror en dosis moderadas (o sorpresivamente asquerosas) pero que se asemeja más a un thriller que a otro género. La película parte con un viaje familiar, y todos ya sabemos que esa felicidad no puede durar mucho... en eso, el padre, nuestro protagonista, se encuentra obsesionado trabajando (otra mala señal) y necesita internet para poder mandar el trabajo, por lo que se detienen en un teléfono público a la mitad de la carretera (wow, ¿ahí hay internet?, increíble), en eso él descubre un pedazo de periódico que le indica la muerte de su hija pequeña en un accidente automovilístico que ocurre en el preciso instante en que mira al lado. Su hija muere, se separa, pero no por eso queda menos obsesionado con todo el asunto del periódico que realiza predicciones, dándole el nombre a la película, Premonition. A su alrededor, a medida que la cinta avanza, vamos encontrándonos con otras personas que han sido afectadas con este don de recibir las noticias de muertes y catástrofes antes de tiempo, salvo que nada parece que puedan ser evitadas, y cuando se trata de evitar, empiezan a pasar cosas muy malas a quienes lo previeron. En toda la mezcla empieza a entrar la ex esposa, que se ve interesada en el asunto luego de un trabajo universitario realizado con una vidente que nunca falla y luego muere al tratar de ver el futuro del caso de su hija muerta. Lo mejor, sin duda, que tiene la película, son los últimos quince minutos, donde nuestro protagonista adquiere cierto poder de salta-tiempos (parecida a la de "Donnie Darko" (2001) ) donde puede empezar a cambiar los eventos, retroceder, vivir vidas alternativas, todo lo cual llega muy muy tarde, luego de más de una hora de eventos extraños y a veces aburridos, sin muchos sustos y con una historia que trata de explicar el origen de esta "maldición predictoria" que nunca queda clara del todo. Es una interesante película con temas que divergen en el cliché (todos sabemos que es la niña chica la que tiene que morir para dar rienda suelta a la historia) y las decisiones poco claras sobre el origen, pese a todo, no creo que aburra verla una vez si quiere matar su tarde con un producto de terror asiático sin mujeres con el pelo largo sobre su rostro.
7/10

jueves, 27 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 66: Der Golem (1915)

Desaparecido, por Jaime Grijalba.
¿Cómo es que puedo criticar una película de terror que ha permanecido perdida por casi 100 años? Es fácil llegar y empezar a hablar sobre el cine mudo que se ha perdido a lo largo de los años, eso es fácil en el sentido de que hay tantas películas que se han perdido, que basta con tomar un título atrayente e interesante y empezar a escribir palabras múltiples sobre el caso. Sin embargo, eso no significa que no sea un proceso doloroso. Resulta a veces difícil hablar cuando se sabe que tantas obras maestras se han perdido con el viento, la mala preservación, incendios o simplemente el olvido, quizás cuántas películas hay en áticos, graneros o en colecciones privadas de viejos y malditos señores acaparadores que no serán descubiertas hasta que sean sacadas de sus podridas y muertas manos. Hay otros que son lo suficientemente honestos y generosos y entregan sus copias para que todos las puedan tener y sean mostradas al mundo como las obras perdidas y buscadas que son. A veces no tenemos tanta suerte y sólo nos contentamos con fragmentos, como en el caso de hoy. Tenemos una película perdida, una de las tres cintas de Golems hechas en Alemania con Paul Wegener y de las cuales sólo sobrevive una en su forma completa. He llegado a la conclusión de tomar esto como ver la película hasta el momento y con el afán de poder criticarla. Con los cuatro minutos que tenemos disponibles puedo decir inmediatamente que la calidad es enorme y la fotografía excelente, la historia que se nos presenta podría ser sin dudas la más fuerte y emocionalmente/intelectualmente atracticas de todas las lanzadas hasta el momento: con una trama de metalenguaje relacionada con el cine, la figura terrorífica del Golem y la Alemania de principio de los años 20 tenemos un retrato que juro que si se recupera seré el primero en comprarla en DVD y disfrutarla enormemente.



8/10

miércoles, 26 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 65: Don't Click (2012)

En esta ocasión los llevo nuevamente hacia afuera de este sitio para encontrar la crítica (breve, encapsulada y en inglés) de la cinta que nos toca para el día de hoy, la surcoreana "Don't Click" (2012). Disfruten y lean el resto de las cápsulas en esta dirección.
Saludos.

martes, 25 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 64: Feast (2005)

¿De verdad hay dos más?, por Jaime Grijalba.
Cuando esta película terminó en el sótano del Bar Ático en una de las muchas maratones Madhouse, lo único en lo que podía pensar era en que esta película tenía dos secuelas, que supuestamente eran (aún) peores. No puedo creer qué clase de pecados contra el cine realizan estas películas, porque ya debo decir de entrada que esta película me pareció  muy poco interesante, muy poco jugada y casi imposible de ver durante la mayor parte de su extensión. Es una película insulsa que trata de hacerse pasar por inteligente, innovadora, rimbombante y cool, pero es mas bien todo lo contrario. Trata de adaptar algo del tono Tarantino en un filme que no puede estar más alejado de esa dirección, guión y estilo en general, poniendo al principio a un héroe que es asesinado inmediatamente para ser reemplazado por una protagonista de repuesto (en esta sección me pregunté si no terminaría siendo una comedia al estilo de "The Cabin in the Woods" (2011) era una comedia, pero no, sólo esos pequeños y extraños momentos de rompimiento de la cuarta pared tenían su lugar y no eran mencionados otra vez. La película no es una comedia... y si lo era, fracasa tremendamente al tratar de hacer chistes sobre las situaciones que viven los protagonistas.
Bueno, la cosa es que la historia parte con un grupo de personas que se quedan encerradas en un bar en medio del desierto, es entonces cuando aparecen de en medio de la nada un montón de monstruos mutantes con altos poderes reproductivos y multiplicadores que empiezan a acechar al grupo, matándolos y luego comiéndoselos en gráficas secuencias. Todo bonito y convencional, esto es hasta pasado cierto momento de la película en la cual, tal vez por una falta de presupuesto, flojera directorial, o simplemente torpeza técnica desde todo punto de vista posible, toda la película se va a oscuras o al claroscuro más oscuro y poco informativo de la historia del cine. La mayor parte del tiempo no sé con qué personajes me encuentro (y no es que me interese mucho tampoco, pero bueno), no sé en qué lugar están, qué están haciendo... y eso es muy malo para una película que quiere terminar en un cliffhanger y luego dar lugar a secuelas... quiero decir, cómo esperan tener secuelas si nunca queda completamente claro qué es lo que pasa en las otras cintas. Un completo desastre, pero donde se agradece la preferencia de los monstruos con prótesis, maquillaje y sangre real por sobre lo digital. Vamos, que como producción independiente de terror, cumple mucho en el sentido técnico del horror per se.
5/10

lunes, 24 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 63: Eaten Alive (1977)

Sigues dando vueltas, por Jaime Grijalba.

¿Cómo sigues tu carrera después de una obra maestra? Muy pocos directores siguen obras maestras con otras obras maestras, incluso los mejores directores del mundo y de la historia suelen seguir la mejor película de sus vidas con una seguidilla de películas basura y anti-estéticas que nos vienen a dar preguntas acerca de la real calidad detrás de las mentes detrás de las cintas... incluso nos vienen a dejar la interrogante de si no fue un mero accidente que pasara eso. Hay muy pocas excepciones en que un director sigue una obra maestra con otra obra maestra (ahora sólo puedo pensar en Richard Kelly y su, hasta ahora, record perfecto entregándonos tres obras maestras seguidas bajo su dirección), claramente en niveles y tonos distintos, pero creo que eso es lo que hace grande a un director, el poder mantener un estilo fijo cambiando tonos y niveles, géneros y discursos, temas y actores. Lamentablemente no es el caso de Tobe Hooper, uno de esos directores poco comprendidos que deseo que hubieran dirigido más cine y a la vez que le den más oportunidades de brillar en la pantalla grande, pero claramente no las obtiene por su historia y por la serie de películas con mala aceptación del público que tuvo en los años 90 y 2000. Sin embargo, estuvo en su más álgido momento entre los 70 y 80, haciendo su mejor trabajo, pero claramente no todo era perfecto, y todos esperaban algo excelente una vez que anunció el título de la película con la cual seguiría su carrera después de "The Texas Chainsaw Massacre" (1974). Obvio, con ese título (comidos vivos), ¿quién no se sentiría alentado a verla apenas saliera?
Lo malo es que todo lo bueno, excelente, genial y visceral que tenía la cinta seminal de 1974 fue echado por la borda por Hooper en cuanto se le dio la oportunidad de hacer una cinta con un poco más de presupuesto. Claro que hay muchos directores independientes a los cuales les pasa lo mismo, que en cuanto tienen el presupuesto mayor, tienden a olvidar y sentirse libres de todas las constricciones artísticas que aprendió y tuvo que ejercer en su carrera previa. Todo ese aspecto real casi documental fue rechazado alcanzando un nivel casi académico de planos, y todas las locaciones reales fueron también retiradas para ser reemplazadas por sets que parecen falsos y no convencen nunca de su realismo y menos del horror que provocan. La historia es también una decepción una vez que se piensa que uno vuelve a los caníbales o algo por el estilo cuando lee el título, pero se trata simplemente de un maniático que alimenta a sus cocodrilos mascota con las personas que vienen a visitarlo a su hotel abandonado en el pantano. Si no es una premisa predecible y aburrida no sé cuál podría ser. En fin, lo que nos encontramos al final es una serie de visitantes que son maquinalmente llevados a la orilla y lanzados ya sea por su propia torpeza, por el alcance de los cocodrilos en sí o por el dueño que cree que ha llegado el momento de alimentarlos... y vaya que sí parecen tener hambre muy seguido. Finalmente todos sabemos qué es lo que va a pasar, es obvio que los cocodrilos terminarán por comerse a su dueño, vamos que ha ocurrido en las seriales desde los años 30, nadie se va a sorprender si pasa y mucho menos va a aplaudirlo, es un cliché que no sé si ha desaparecido pero creo que para ese entonces ya estaba gastado.
Termina siendo una película muy poco interesante, formulaica, pero que tiene algo de interés en la forma en que termina viéndose, la fotografía pese a ser formulaica en su composición, hay algo en el tono rojo que se le da a la mayor cantidad de las escenas que hace que sea interesante ver el juego de colores que termina viéndose en pantalla. Aparte de eso, olvidable y desechable, sobre todo por las horrendas actuaciones en juego. Sólo para fanáticos como yo.
6/10

domingo, 23 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 62: Byakuya no yojo (1958)

Wow, por Jaime Grijalba.
Hay veces en que uno va a ciertas películas sin saber mucho, sin esperar nada particular, solamente teniendo fe en lo que va a ver y que por lo menos le dará algo que hablar. Nunca esperas tener una oportunidad única, nunca nadie va al cine esperando ver algo único e irrepetible, pocas veces nos topamos con oportunidades tan bellas como la que yo tuve la posibilidad de tener en mi corta vida como fanático, estudioso y asiduo comentador de cine. Desde el año pasado se realiza en el Cine UC un Festival de Cine Asiático, y tienen diversas líneas de películas que muestran, y la que me hizo comprar el pase para poder llegar a ver unas seis películas a precio conveniente, fue una pequeña retrospectiva de terror japonés. A mí me encanta ver terror japonés y me daba la oportunidad de revisitar algunas cintas así como descubrir una que otra nueva. Nunca esperé llegar el primer día del festival, entrar para ver una película llamada The Monk and the Temptress que me encontraría con la siguiente noticia puesta en la pantalla, a minutos de que la cinta empezara:
Si no se lee muy claramente, lo transcribiré, en la pantalla decía: "La película que verán a continuación se proyectará en formato 35mm, es el formato original de la copia que llegó en 1959 y pertenece a la 'Cinemateca del Pacífico', es la única copia existente que por el paso de los años y el propio desgaste..." El resto habla de cómo el color es casi inexistente y vuelve a pedir disculpas... pero es innecesario, maldita sea. Estamos viendo, seguramente, una de las últimas si no es la última copia existente de esta cinta japonesa, ¿y se tienen que disculpar? Claro que la película dice que está a color en todos sus momentos, y debe haber sido hermosa, pero nos ha llegado con un tono sepia/rosado que viene a suplir la mayor parte de las faltas que tiene la cinta. Pese a todo, ver una película tan vieja en 35mm fue una experiencia mágica, como estar presenciando algo que viene de otro planeta, una película perdida en el tiempo y de la cual casi nadie habla, una cinta de terror japonés de antaño que ojalá estuviera disponible a más personas.
La película trata de un monje que va a camino a su monasterio, pero debe detenerse en el camino por que está cansado, se detiene entonces en la casa de una mujer, la tentadora, la cual lo obliga a quedarse entregándole los placeres y las cosas que seguramente no obtendría siguiendo la vida que pretende seguir en la cima de la montaña. Es una cinta sumamente sexualizada, con grandes momentos de erotismo y actuaciones magistrales de parte de todos los actores. La historia puede sonar moralista, y de alguna manera termina con moraleja, pero no duda en mostrar lo peor del ser humano cuando es puesto bajo presiones: la moralidad no implica evitar la dureza. La cinta tiene elementos fantásticos y otros un tanto terroríficos, hay momentos que dan risa y otros que emocionan enormemente. Ojalá pudiera hacer que todos vieran esta cinta olvidada por el hombre, los fanáticos y los estudiosos, es una que pondría muchos puntos sobre las íes en estudios cinematográficos sobre diversos temas.
9/10

sábado, 22 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 61: A Nightmare on Elm Street (2010)

Innecesario, por Jaime Grijalba.¿Hay alguna razón real no comercial por la cual se quiere hacer un remake? Poca veces pasa en que la acción del remake es realmente artística y no una manera de ganar dinero de nuevas maneras más simples, en el sentido de que será más fácil hacer algo ya probado y que ya está hecho por otras personas de mejor manera. Sólo, de lo que me puedo acordar, Alfred Hitchcock y Yasujirô Ozu realizaron remakes de manera no comercial sino mas bien retrospectivas de sus propias obras y con un afán de redescubrimiento así como de entrega de nuevos talentos al ámbito cinematográfico. Cuando se hace un remake de una cinta de terror usualmente nos vamos a encontrar con el lado contrario de la vara, donde se encuentra la mierda y el afán comercial. Eso es malo cuando tenemos un producto que tiene una cantidad importante de talento a su haber y sin embargo falla estrepitosamente por diversas razones. Es claro que una cinta como la original "A Nightmare on Elm Street" (1984) es una obra maestra del terror y un gran agrado visual en cada segundo, con un gran uso del color y principalmente de la sangre; transformar un concepto tan familiar y a la vez interesante como el de Freddy Krueger para hacer una cinta gris y sin ánimo de entretener en lo más mínimo, a la vez quitándole toda la violencia explícita, transformándolo en un ejercicio malo y poco interesante, pero que uno desea que hubiera tenido mejor término. Por ejemplo, la fotografía resulta interesante en muchas partes, mientras que en otras resulta simplemente gris o marrón, dando lugar a colores feos, poco interesantes y que no nos dice nada acerca de la historia o de la estética fija de la película, salvo que se trata de otro producto hollywoodense sin un cuidado ni propuesta de dirección interesante. La dirección es insulsa y sólo trata de imitar la maestría de Wes Craven en el claroscuro mientras que imita tomas y situaciones de la cinta original sin darle un punto de originalidad a todo el asunto, pero el hecho de que imite a un maestro como Craven le da cierta vida muerta a la cinta que de otra manera no tendría si se hubiera decidido no imitarlo. Luego tenemos la presencia de Jackie Earle Jones en el papel del asesino favorito de todos los tiempos, pero sin dejarle ninguna posibilidad de actuar, cubriendo su rostro de una horrible máscara de efectos especiales que no se ve real en ningún momento y que sólo viene a dejarnos en nostalgia con respecto al maquillaje que llevaba Robert Englund en todas las cintas anteriores que llevaron este título. Finalmente, se le da a todo el asunto detrás de la historia de Freddie algo más de oscuridad y un par de giros que resultan ridículos e inútiles, pese a que el afán por mostrarnos la posibilidad de los más escabroso es encomiable, no llega a ninguna parte interesante, no se habla de manera demonizadora, no se habla de manera crítica y menos se habla de manera interesante acerca del tema de peso. Una oportunidad perdida.
6/10

viernes, 21 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 60: Resident Evil (2002)

Ciego, por Jaime Grijalba.
Finalmente llegamos al inicio. Extraña frase, ¿no lo creen? Pero es cierta, a lo largo de los últimos cinco días hemos revisado todas las películas de esta franquicia que tuvo un humilde inicio bajo la dirección de Paul W.S. Anderson y que entró a nuestras salas de cine bajo la apariencia de "otra adaptación cinematográfica de un videojuego de Hollywood", debido principalmente a la historia cinematográfica del director y su mirada sobre este sub-género (fue el responsable de esa horrible película conocida como "Mortal Kombat" (1995) y sigue siendo uno de los peores ejemplos de cómo el ser demasiado leal a una franquicia puede destruirla más que agraciarla), así que no muchos pensaron mucho acerca de la película. La cosa es que la gente fue en masas, la película fue un éxito y sigue siendo la razón por la cual siguen saliendo secuelas cada cierto tiempo, buscando atraer más público para seguir alimentando esta fábrica de salchichas. Algunos críticos la pusieron entre las películas más malas del año, mientras que otros ni siquiera se dignaron a verla, pero a quién le importa, a nadie, vayamos adelante y veamos qué es lo que llevó a esta cinta a volverse tan popular.
Y es aquí donde me quedo sin palabras, principalmente porque no sé qué fue lo que la gente vio en esta cinta como para volverla el éxito de taquilla en que se convirtió, mientras que otras franquicias palidecieron en el intento. Obvio que Resident Evil es mucho más conocido que Final Fantasy, pero eso sigue sin explicar secuelas y secuelas que siguen ganando dinero en todo el mundo. Quiero tratar de entender que se trata por los actores y protagonistas, y creo que puedo llegar a tener razón al razonar de esa manera. Mila Jovovich y Michelle Rodriguez son, y de eso no hay duda, bellas mujeres, y debe haber un grupo de personas para las cuales verlas empuñando armas de fuego y sudando, siendo tomadas y desgarradas por zombies debe exitarles, pero a mí no. Aparte, la película cuenta con las peores escenas de semi-desnudo y sexo simulado en la historia del cine de terror y resulta todo tan extraño en toda la extensión, y la tensión sexual presente entre los personajes es pobre y prácticamente nula en cuanto a la narrativa, que parece como si hubiera sido escrita por un adolescente con graves problemas para concentrarse más de cinco minutos en una sola cosa.
Lo otro que hace que esta sea una mala película es su completa separación de la serie de videojuegos de Capcom, salvo por la presencia de Umbrella, el logo y algunos monstruos (principalmente los lickers), porque el resto de los personajes son creaciones absolutas, lo mismo ocurre con respecto a las situaciones que ocurren, y ninguna clave visual recuerda siquiera momentáneamente a algún juego de esta prolífica y siempre satisfactoria serie de videojuegos. Aparte de eso, la película tiene una visualidad interesante, pero no bella y mucho menos grandiosa, es como una película de serie B que a veces te sorprende con uno que otro plano interesante. Lo peor es que su mejor secuencia, con los lasers, es jocosa hasta no poder y completamente ilógica, una cinta que no se merece las buenas críticas que ha recibido en retrospectiva. Lo único que puedo decir es que Paul W.S. Anderson por mucho que lo vistan de seda, sigue siendo un malísimo director de cine.
5/10

jueves, 20 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 59: Resident Evil: Apocalypse (2004)

Placer Culpable, por Jaime Grijalba.
Todavía recuerdo el día en que vi por primera vez la segunda parte de la franquicia basada en la serie de videojuegos de Capcom. Fue una noche mágica, una noche memorable, un momento que se mantiene entre mis idas al cine más inocentes, entretenidas y simplemente impresionantes de mi vida cinéfila (que en ese entonces, aún no empezaba, pues como muy pocas personas fanáticas del cine, este me empezó a importar e interesar a un nivel más alto un par de años más tarde). Pero pese a todo el conocimiento obtenido, las horas y horas de cine vistos, consumidos, analizados, desechados y vanagloriados, simplemente no puedo dejar de pensar cada cierto tiempo en ese momento mágico en el cual vi una película de terror con 14 años en el cuerpo con tan sólo una expectativa: tratar de linkear todo lo que pudiera a la narrativa de los videojuegos que yo tanto quería y me obsesionaba. Iba con mi hermano, un experto en estos juegos, alguien que me gana en mi obsesión y con quien disfruté la película a grandes rasgos, y que debe ser la razón real para que esta me gustara tanto y saliera con un sabor rico en la boca, como si me hubiera dado un festín, para algunos un festín un tanto asqueroso, pero que para mí era como el mejor bistec que hubiera comido en mi vida.
La película gana todos sus puntos conmigo al basar la mayor cantidad de personajes, monstruos, lugares y situaciones de mi juego favorito de la saga, el Resident Evil 3, que nos da una gran cantidad de lugares, además de una sensación de cierre de muchas líneas de tiempo históricas que rodean al virus T, los monstruos, su origen y la ciudad que los rodea: Raccoon City. Gracias a dios esta película ocurre en una Raccoon City bastante similar a la que aparecía en los juegos, y eso se lo podemos agradecer seguramente no a una decisión de producción, sino al director que se preocupó personalmente de imitar lo más cercanamente posible los elementos de la saga que seguramente desaparecieron y estuvieron completamente ausentes durante la primera parte de esta saga. Tomando también algunos sustos, elementos narrativos, movimientos de cámara, armas, personajes y situaciones de los tres primeros juegos de la saga, esta secuela sigue siendo la más leal y la más divertida de la serie por la simple razón de que en el cine me pasé toda la película hablando con mi hermano acerca de lo increíble que era ver a un Némesis de carne y hueso, vivito y coleando, diciendo "STARS" y toda la cosa, eso hacía de la experiencia algo especial.
Es una película fallida en muchos aspectos, y estos los puedo ver claramente en muchas partes. Tiene problemas de guión, de lógica y de muchas cosas, se ve sucia e imperfecta, como si fuera hecha por un equipo de guerrilla filmmaking dando vueltas y gritando siguiendo a los zombies en sets construidos a veces perfectamente y otras veces que parece que el cartón piedra se va a caer. Pero creo que es aquí donde tenemos la diferencia con el resto de las películas, se ve sucia e imperfecta, y creo que ahí está la gracia y lo que me atrae tanto de esta película: no es una belleza técnica y cinematográficamente interesante... porque no necesita serlo. Es una película entretenida, con sangre, zombies, monstruos y guiños para los fanáticos de la serie, nada más, y por eso lo disfruto y sigo disfrutando mucho más que cualquier otro número. Es un verdadero placer culpable.
8/10

miércoles, 19 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 58: Resident Evil: Extinction (2007)

¿Quién necesita el horror?, por Jaime Grijalba.
La cantidad enorme de sangre presente en esta película, gracias a las escenas finales en las cuales hay una enorme cantidad de zombies agrupados en un lugar y son aplastados y masacrados en conjunto por grandes máquinas de asesinar, no significa que sea una película de terror puramente tal. Tal vez la presencia de los monstruos favoritos (junto con algún otro perro) sea la mayor razón para poder localizarla dentro del género, pero esta película se mueve por otros lados más interesantes y mientras que el terror se da más por la ausencia de luz o la oscuridad de la noche, esta película gana puntos de interés simplemente por el hecho de hacer lo contrario, mover todo a la enceguecedora luz brillante del desierto, pero no cualquiera, sino el desierto post-apocalíptico más amarillo de la historia del cine. Es un giro interesante al pensar en la forma en la que la película funciona más como fantasía-ciencia ficción de un mundo que se está muriendo por falta del ser humano, pero notar que el mundo en vez de reverdecerse a causa de la muerte del 99,99% de los seres humanos (los cuales se han convertido en zombies especiales que no mueren porque tienen un metabolismo inexistente, lo cual les permite vivir sin agua y sin comida) sino que se desertifica, resulta algo extraño, sospechoso y puede que un tanto político a fin de cuentas.
Hablo de una película que se estrena en un año políticamente encandecido por la batalla del calentamiento global, estrenada tan sólo un año después de "An Inconvenient Truth" (2006) y a sólo meses de que ganara el Óscar al Mejor Documental. La presencia de un grupo de renegados sobrevivientes que apenas se mueve con buses y vehículos militares a través de un planeta que se encuentra despedazado, destruido y certificado no a causa del hombre, sino por su ausencia (Alice en su monólogo inicial nos dice que el desierto ha tomado su lugar en la tierra porque el humano no lo detuvo... y no creo que nunca hayamos detenido al Sahara o Atacama porque amenace con tragarse nuestras ciudades) y que por lo mismo se han secado la mayoría de los océanos (claro que estos elementos serían fácilmente olvidados para las películas siguientes donde vemos grandes masas de mar intactas). Resulta estúpido pensar que el ser humano habría sido el causante de la sobrevivencia de la tierra cuando lo que ocurre actualmente es exactamente lo contrario, y de todas maneras que resulta la película como un mensaje denegador y fascista del estado en el que se encuentran las coasa. También esto puede ser porque es la última película que no fue dirigida por Paul W.S. Anderson antes de que volviera a tomar las riendas de todo el asunto. Tal vez la presencia de otro director hizo que cambiaran las cosas a un rumbo muy distinto al esperado, pero claro, luego está el hecho de que el guión sigue siendo escrito por él. Bueno, será, pero sin embargo, esta es una película finalmente decente y muy entretenida.
Siguiendo dos narrativas separadas, en una siguiendo al grupo de sobrevivientes comandados por el resabio de los actores que quisieron volver de la cinta anterior, y en la otra siguiendo a Alice atormentada y con un traje de mesías encarnado que ni ella misma se lo cree. Por un lado vamos descubriendo nuevas locaciones y personajes, mientras que por el lado de Alice tenemos un camino de descubrimiento personal que hace a lo largo de la cinta mientras empieza a descubrir poco a poco qué es lo que significa ser Project Alice y no el simple ser humano que creía ser. Eso la lleva a experimentar con diversos elementos, quedándonos con el más interesante y a la vez el más ridículo: Alice ahora tiene el poder de la telekinesis, puede levantar desde rocas pequeñas hasta empujar monstruos de un lado a otro para hacerlos explotar en un río interminable de sangre que fluye constantemente, lo cual trata de decirnos explícitamente que todavía nos encontramos en una película de Resident Evil, luego de que esta cinta es lo menos parecido en toda la serie a un videojuego lanzado por Capcom: luz, exteriores, poderes mágicos, hordas de zombies asesinados como si fueran puré... pero aún así toda esa estupidez junta dan lugar a un producto que resulta alentador y digno de ver.
No es perfecto, Dios, no queremos decir esa palabra nunca cuando hablamos de una película de esta serie, pero hay algo de amor puesto en hacer una película más parecida a una cinta ochentera de fantasía, de capa y espada, pero con zombies, pistolas y magia por todos lados. Los personajes sufren las mismas faltas que siempre han tenido todas las cintas, lo mismo las actuaciones, pero acá es cuando el endiosamiento y complejo de Mesianismo empieza a aparecer claramente en el personaje de Alice, y aunque el camino recorrido desde entonces ha dejado que desear, sin embargo, esta historia de aprendizaje y crecimiento resulta divertido de ver en una tarde aburrida de domingo.  
7/10

martes, 18 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 57: Resident Evil: Afterlife (2010)

Vuelta y Vuelta y Vuelta, por Jaime Grijalba.
Esta cuarta parte de la saga de películas basadas en la franquicia (o tal vez serie, pero quién sabe a estas alturas) de videojuegos de Capcom viene a ser una vuelta a un estilo y a una persona del pasado, hablo de que es la segunda película que dirige Paul W.S. Anderson en la saga desde su inicio (él sólo habría pasado esa prueba de ser el mandamás en la primera, haciendo de productor y guionista de la segunda y tercera parte), y de alguna manera, se nota que su mano está presente, pues volvemos a centrarnos en la figura fetichista de Milla Jovovich centralizada en todo sentido. Realizada poco después del nacimiento de la hija de Anderson y Jovovich (sí, están casados, jajaja), esta película parte y se sostiene a lo largo de todo este tiempo como una oda al cuerpo dañado y maltratado de Jovovich después del parto, pero a la vez endiosándolo de una manera increíble en cada fotograma, escena y diálogo que tenemos disponibles a nuestro haber. Project Alice es el mejor ser humano de la historia, pese a estar en su peor condición desde el inicio de la saga, aún así resulta ser la mujer más ingeniosa de la historia, la más inteligente y la más poderosa, y ese endiosamiento de alguna manera se mantiene en la secuela "Resident Evil: Retribution" (2012), y toda acción posible de querer vulnerarla, fracasa de manera rápida gracias a dos cortes de edición rápidos con el fin de mantenernos a Jovovich y su ávatar mesiánico/erotizado/esponsado Project Alice, lejos de la falla o el error.
La historia empieza con la muestra más clara de la perfección absoluta arrojada al personaje interpretado por Milla, acompañada por cientos de clones de ella misma, igual de hábiles e increíblemente hábiles como ella. La cuestión es que cuando finaliza la secuencia, donde finalmente mueren todos los clones de ella, o eso creemos, en una explosión, yo no me siento tan seguro de que la Alice que tenemos al final sea la Alice que teníamos al final de la tercera entrega y la cual planeó este ataque masivo a la empresa Umbrella, pero finalmente tenemos que creer que es ella, principalmente por la memoria emotiva que hay en el personaje y que claramente no puede ser replicada (hay varios momentos en esta cinta en las que recuerda a las otras películas, principalmente personajes de entregas anteriores y que realizan en ella una respuesta emocional, sobre todo con los nuevos personajes que viene a conocer y que le recuerdan a los arquetipos que ha conocido a lo largo de ya tres cintas anteriores. En ese sentido podría llegar a ser interesante el hecho de ver personajes que recuerdan a acciones de otros personajes de cintas anteriores, pero también puede ser achacado a un guión flojo y poco imaginativo que no puede pensar en otros personajes tipos presentes en una producción de zombies.
La película sigue su curso con Alice y su búsqueda de venganza contra Wesker, que sería el culpable tras todo el asunto de Umbrella Corp., en eso se encuentra con un edificio rodeado de zombies, irónicamente el más seguro de toda la ciudad: la cárcel, donde aterriza su avión Jovovich en búsqueda de más sobrevivientes, a los cuales quiere proteger a toda costa y salvar, principalmente llevándolos a un barco que lanza constantemente una señal que dice que ellos están seguros y que pueden tener sobrevivientes a bordo. La película se trata de un constante contra-reloj inexistente en el cual existe la posibilidad de que entren los zombies a acabar con todos y la otra de que uno de los sobrevivientes pierda toda esperanza de sobrevivir y quiera arrancarse con los tarros y toda la conserva dentro. La película falla al no darnos un sustento real para todo lo que sucede en términos de acción y reacción a medida que nos acercamos al final, resulta una película corta, pero no por lo entretenida, sino por su falta de sustancia mayor, se siente como volver al principio, con una Alice que ha perdido sus poderes, pero que sigue siendo igual de increible que antes, traicionando la idea constantemente de una Alice vulnerable.
Nuevamente la película cuenta con imágenes elocuentes, encuadres... decentes, colores bonitos e imágenes que no salen de tu cabeza fácilmente, pero al final de todo nada sorprende, se siente muchas veces como algo "limpio", desprovisto de pasión, todo muy calculado y manejado, repleto de efectos especiales que no vienen a llenar el vacío claro que hay en la trama.
6/10

lunes, 17 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 56: Resident Evil: Retribution (2012)

Doppelganger, por Jaime Grijalba.
La saga de películas basadas en los videojuegos de Capcom, Resident Evil, ha llegado muy lejos, tal vez más lejos de lo que hubiera merecido llegar, pero si tenemos doce películas de Jason Vorhees, ocho de Freddy Krueger y diez de Michael Myers, no habría razón por la cual le podríamos denegar al menos ocho películas a la saga dedicada a referenciar una de las sagas más importantes e influyentes de videojuegos tan solo después de la saga de Final Fantasy, protagonizadas por la bellísima y siempre en forma Project Alice (interpretada por Milla Jovovich). La saga ha tenido sus desvíos, vericuetos, tramas, sub-tramas y personajes por doquier que vienen a pulular un mundo post-apocalíptico que no se asimila tanto a la tierra que cubre el mundo de los videojuegos de Resident Evil, sino que mas bien al cine clásico de zombies de Romero o los mundos post-destrucción de la raza humana como 'Soy Leyenda' o narrativas similares del mismo género, salvo que en esta ocasión, los zombies cubren la tierra no tan solos (y en esta película nos damos cuenta que ya los zombies no son tan importantes) sino acompañados de mutantes y monstruos salidos de las peores pesadillas y a veces de las mentes de los desarrolladores de los últimos videojuegos.
Durante los próximos días vamos a dar una cuenta regresiva por todas las películas de la saga, partiendo por este último capítulo y así hasta llegar a la primera película, a ver si hemos ido evolucionando o involucionando a través del tiempo, pero basta de los planes, vamos a la acción (ese debería ser el lema de esta serie de cintas, pero basta), vamos a criticar esta última película, que seguramente puede encontrar en cines en este preciso momento. La película en sí tiene muchos temas interesantes, tal vez los temas más importantes y complejos que ha tenido la serie en toda su historia, y sin duda que resulta reconfortante, de alguna manera, el que se quiera hablar de elementos complejos en una cinta blockbuster que generalmente sólo quiere atraer a gente y que se mantenga sentado en sus asientos consumiendo pop corn durante toda la extensión del filme. Obviamente, hablo de la discusión acerca de los dobles, los sentimientos y el propósito de la vida en un mundo acaecido bajo la melancolía de la muerte, un estado en el que el ser humano, podríamos decir, siempre se ha encontrado, pero que en la película se vuelve explícito por la presencia solitaria de paisajes vacíos, mecánicos, virtuales, desprovistos de la vida que indica la presencia de la muerte generalizada.
Con la presencia de actores con personajes semi conocidos de películas anteriores (siendo lo más impresionante la vuelta de Michelle Rodriguez en su papel en la primera Resident Evil, de la cual ya hablaremos a su tiempo), así como personajes de películas anteriores que aparecen para decir un par de líneas de diálogo, aparecer como otros personajes con otras actitudes, y así se viene moviendo la serie desde hace algún tiempo, salvo que ahora ha llegado a un nuevo nivel de comprensión sobre lo cual debe referenciar. Estas cintas siempre se han basado en los fanáticos de los videojuegos, cosa que ellos puedan llegar y apuntar a sus personajes o monstruos favoritos y ver qué tanto hay de ellos en la película, ahora este proceso resulta cansador, pues siempre que aparece un personaje de la serie original, pocas veces se condicen o al menos tienen actitudes similares (a veces ni siquiera se parecen tanto a menos que griten sus nombres), y el peor crimen en esta parte es tener a Barry Burton, clásico personaje del primer videojuego, y tenerlo como si fuera un soldado más, sin su indescriptible humor y su corpulenta figura... aparte de tener a un pésimo actor interpretándolo.
Sin embargo, tenemos unos cuantos aciertos que resultan interesantes, aunque sea por algunos segundos, como la presencia de una hermosa y fielmente interpretada Ada Wong, que está vestida y actuada de manera misteriosa, tal como transcurre en el videojuego original, y eso es algo que siempre tenemos que agradecer, y las escenas con ella son seguramente de lo mejor que nos tiene que ofrecer la película. Leon S. Kennedy hace su primera aparición en la cinta de manera muerta, con alguien que trata de parecerse a él, pero que finalmente da una interpretación pobre. Volviendo a lo que decía sobre los personajes, acá logra referenciar no sólo al videojuego, sino también al universo separado de los videojuegos que ha logrado crear Paul W.S. Anderson tanto como director y productor de las cintas de esta saga, poniendo nuevamente en escena a su versión de Jill Valentine y su personaje original Rain, interpretado por Michelle Rodriguez. Pero nuevamente, comete las mismas faltas que con los personajes de la serie, pues los vuelve irreconocibles al tratarse ya sea de clones o de mentes manipuladas, quitándole toda la nostalgia de verlos a una cuestión meramente visual, que puede resultar confuso para personas que no han visto todas las películas.
Sin embargo, para alguien puede resultar interesante (principalmente para los seguidores del Vulgar Auteurism) esa constante referencia a la imagen y a la personalidad, que parece ser un tema en esta cinta, pero que no juega directamente con la trama y las teorías que pasaban en mi cabeza. Se hace referencia a los clones de Alice, los cuales ya conocemos, pero también se nos informa de que hay clones de Carlos y Rain, personajes familiares de la saga, entonces entra la duda de si tal vez la primera y segunda película no fueron más que experimentos con clones que han sobrevivido más de lo que debían, pero nunca se pone la pregunta y eso queda en mi cabeza solamente, sin tener posibilidad de ponerse en pantalla y darle algo de metafísica discusión a la película, algo sustancial y no tan teórico como puede ser la discusión sobre los dobles. La película es visualmente correcta, y creo que Paul W.S. Anderson con los años ha podido aprender a crear imágenes lindas con colores interesantes, pero no por eso interesantes.
6/10

domingo, 16 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 55: "Zombie", de Mike Wilson

Veloz horror, por Jaime Grijalba.
Nuevamente hacemos un giro, esta vez hacia la literatura en estos 100 días de terror, con una novela con un título claramente vinculado a lo mejor (y a veces lo peor) del horror tanto novelesco, cinematográfico y videojueguístico, pero que puede resultar decepcionante si lo que buscas son cadáveres tambaleantes y hambrientos por cerebros que pululan en las narrativas de los ejemplos dados anteriormente. Sin embargo, el título bien puede servir como metáfora (interesante resulta pensar que un monstruo, generalmente usado para metaforizar sobre el momento en el que está pasando la sociedad humana en ese momento, sobre todo en el caso de George Romero) de los personajes, en específico de un grupo que va creciendo y va tomando más adeptos a medida que pasa el tiempo (como un grupo de zombies que va mordiendo y alimentándose, creando aún más y más zombies). Lo mas interesante de todo es que, pese al título y el nombre del autor, esto se trata de una novela chilena, es decir, escrita por un (seudo) chileno y publicada en su primera edición en Chile, y con una gran cantidad de publicidad en su tiempo. Lo más curioso fue cuando pedi el libro en la Biblioteca de Santiago, generalmente mi primera parada para toda literatura chilena de autores que aún no conozco completamente, y luego me fui a ver a mi polola y le mostré el libro, me dijo que se lo habían hecho leer en el colegio, lo cual me indica lo popular que fue en su momento y lo lejos que ha llegado.
Así que la historia que nos presenta es una post-apocalíptica, como casi todas las narrativas de zombies, pero aquí es a causa de una bomba nuclear que destruye la ciudad, dejando solamente un suburbio de niños ricos (cuyos padres estaban afuera en la ciudad al momento de la explosión) que pronto empiezan a formar su propia corrupta y fallada sociedad, simplemente por poca madurez rápidamente las cosas empiezan a ir mal, las hormonas hacen su efecto y las drogas (el modo en el cual los zombies hacen su aparición) empiezan a ingresar lentamente, a partir de las afueras hasta entrar en las casas de los niños más bien del lugar. La descripción de las desfiguraciones, de las primeras exploraciones sensuales y de aquel lugar que parece llamar a la muerte, el crater donde antes estaba la ciudad, son magistrales, hipnóticas y vívidas, no hay por qué dudar de que se trata de una de las novelas que más claramente se pueden adaptar al cine de manera más "rápida" con una adaptación fiel (salvo por el asunto de tener jóvenes púberes, el elemento más... complejo).
Vengo a recomendar completamente este libro no porque sea corto, sino también porque me lo leí en un solo día, lo pedí como a la 1 de la tarde en la biblioteca del Metro y lo devolví a las 9 del mismo, habiéndomelo devorado en muy poco tiempo, si perdonan la expresión zombiesca que ocupo. Es un libro corto, narrativamente complejo, que recuerda a historias como "El Señor de las Moscas" u otros clásicos literarios, y todo en un paquete simple/complejo que resulta fácil de leer, y ese es el mejor halago que le puedo hacer a un libro, me hizo querer leerlo hasta el final lo más pronto posible.

sábado, 15 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 54 - Camera Obscura: Fatal Frame

He decidido cambiar un poco la dirección que hemos tomado con las críticas recientes, al menos por el día de hoy, y para darme un tanto de respiro al blog de tanto cine de terror. Es por eso que por el día de hoy le voy a dar una mirada a un videojuego de terror que jugué durante el verano de este año (2012) y que pude pasar (de hecho, empecé la segunda parte, pero, oops, empezaron las clases y con eso se fue todo mi tiempo libre al vertedero). Pues bien, primero debo decir que nunca he criticado juegos nuevos, y mucho menos cuando salen, así que no se molesten si estoy hablando de un juego que salió el 2001 para PlayStation 2, sobre todo si digo cosas que para todos ya son sabidas, o si repito algunas ideas que personas mucho más inteligentes que yo, y seguramente con más experiencia jugando videojuegos, tanto de terror como otros.
Bueno, mi historia con este juego parte hace muchos años cuando mi papá me trajo un juego que había comprado en su trabajo, era el "Fatal Frame 3", el cual yo conocía por críticas y artículos en revistas de videojuegos (esto, ojo, es cuando todavía iba al colegio y cuando todavía compraba revistas de videojuegos) y me atraía su concepto de terror y atrapar fantasmas usando una cámara de fotos, pero más allá de eso no sabía. La corta experiencia que tuve con ese juego no fue buena, fue mas bien desesperante, en el sentido de que todavía tenía un terror horrible a los juegos de miedo, y segundo, el juego se encontraba muy mal copiado, con los textos de juego corruptos, las películas cortadas, dejándome completamente en la oscuridad en cuanto a la historia. Por eso, saqué el juego, lo devolví y no volví a jugar un Fatal Frame en muchos años.
Bueno, llega el momento en que tengo tiempo y la actitud de explorar estos juegos de terror, así que decidí partir por el primero y debo decir que me sorprendió lo novedoso que debió haber sido en su tiempo el tener un juego como este en tu PlayStation 2. Ahora hay muchos juegos de terror (o no necesariamente pertenecientes a este género) que juegan con el tema de grabar o fotografiar lo que ves con distintos elementos, ya sea periféricos especiales u otros implementos (tomar en cuenta que habrá un remake de Fatal Frame 2 para el WiiU, debido a su control novedoso, que vuelve fácil el acto de fotografiar. Bueno, de todas formas, el juego sorprende con una mecánica interesante, donde si no te sabes los controles al dedillo, puedes perder muy fácilmente.
El juego no debe ser difícil, pero hay ocasiones en las cuales se vuelve prácticamente imposible. Esto es debido a la enorme cantidad de fantasmas que vuelven a aparecer en lugares donde es muchas veces imposible evitarlo, así como hay ciertos fantasmas "inevitables" para el fin de la historia, y esto es aún más complicado cuando se piensa en los escasos lugares donde se pueden encontrar pociones de vida cuando te encuentras lejos de un lugar para grabar (que te recupera la energía, según recuerdo). De todas maneras, el juego está construido de tal manera que siempre haya una estrategia para llevar esto a cabo sin morir repetidas veces (sólo recuerdo una vez en la cual me frustré y tuve que apagar la consola por un par de días hasta conseguirlo).
La historia es atrayente y te tiene intrigado durante toda la extensión del juego. La excusa de la búsqueda constante del amor perdido puede sonar un tanto cliché, pero son pocas las veces en las cuales partes manejando a ese amor perdido y ves cómo es arrastrado por las fuerzas del mal que controlan esta casa antigua llena de historias. De alguna manera también la historia logra transmitir la leyenda, los rituales y toda la extrañeza detrás de la familia, que termina siendo las partes más interesantes de toda la historia: la forma en que se nos va revelando los oscuros secretos y qué hay detrás de siglos de sacrificios ceremoniales a lo largo de los años, todos vinculados a un terremoto en particular, cuya fuente puede que no sea del todo geológica.
La experiencia de jugar el juego es asustadiza. Apuntar con tu cámara es algo que te da confianza y a la vez miedo, esto es porque primero es la única forma de derrotar a los fantasmas, y segundo, porque es la única forma verdadera de sentir el terror cara a cara, con los rostros, formas, desgarros y actitudes que toman estos sanguinarios fantasmas. No es bonito ver a un fantasma acercarte a ti de manera monstruosa. De alguna manera resulta curioso que la única forma de ver los fantasmas sea a través de un medio, y que la mayor parte de la historia de la casa se nos de a través de las fotos que nosotros mismo sacamos, es decir, la fotografía con su modelo teórico usual es aplicado de manera eficienta a un videojuego, pues sirve como arma de doble filo, de alguna manera "descubre" el pasado y lo recuerda (razón usual metafórica del recurso de la fotografía en el audiovisual) y a la vez destruye el pasado y los recuerdos, representados por los fantasmas que nos atacan y tratan de arrastrarnos a ese pasado mortal que no queremos vivir pero si recordar con la distancia, la distancia del lente de la cámara y de las fotos de la Polaroid especial.
Curioso que este juego depredara a la cinta tailandesa "Shutter" (2004), seguramente fue una clara inspiración.

viernes, 14 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 53: The Phantom of the Opera (1925)

El (casi) inicio de una enorme tradición, por Jaime Grijalba.
Hay una atmósfera que recubre a las películas mudas, algo siniestro y lleno de horror que no podemos evitar ver en cada fotograma que pasa ante nuestros ojos. Esa sensación de seguridad de estar viendo a gente muerta, que todas las personas tanto detrás como frente a las cámaras están muertas. Esta sensación se amplifica al doble cuando estamos hablando de una película de terror, como ocurre en las clásicas cintas de vampiros como Nosferatu o la cantidad de películas del Golem que se hicieron en Alemania. Luego tenemos las primeras películas realizadas por la Universal, las cintas de terror que los establecieron como los más grandes e importantes productores de terror de la primera mitad del siglo XX. Como algunos saben, la Universal partió con el cine mudo, y pese a que el ciclo clásico del terror Universal parece comenzar, de acuerdo a los expertos, con "Dracula" (1931), podemos decir que todas las cintas de terror realizadas por la Universal son algo importantes a la hora de establecer el legado que han dejado con cintas como "Frakenstein" (1931) u otras tantos clásicos que hoy veneramos con tanto amor y comprensión. Pese a todo esto, tenemos que la película que nos toca ver hoy no es la primera cinta clásica de terror de la Universal, y pese a contar con el mismo actor, siento que "The Hunchback of Notre Dame" (1923), que también cuenta con la actuación y el magnífico maquillaje de Lon Chaney Sr., es la cinta superior de las dos en varios sentidos, tanto en actuación como en pirotecnia total, y pueden leer mi crítica en la locura de terror que hice el año pasado sobre esa película.
Pero, ¿cuál es la razón por la cual esta película es la más recordada de todo el ciclo mudo de terror de la Universal, pese a ser "inferior" y no ser la primera? Bueno, podemos pensar que hay algo en la imagen, el rostro del fantasma, que es mucho más icónico y asustadizo que la cara deforme del jorobado de Notre Dame, hay también acá una cierta economía de imágenes en cuanto al terror, mostrando lo preciso y concisamente los elementos que hacen de esta película una tan efectiva y memorable, y también hay cierta atmósfera que cubre todo, las catacumbas y los subterráneos de Francia son puestos en escena de manera magistral y precisa, siendo de los mejores ejemplos que tenemos de atmósfera por sobre trama, esto es porque la trama de cómo el fantasma rapta a la mujer (y la decepcionante conclusión a la que llega la película) resulta débil y poco convincente. Hay algo operático y exagerado en la forma de actuar de los actores en esta pieza audiovisual, mucho movimiento de manos, rostros agrietados por gritos mudos, pero que resultan ser concordantes tanto con la atmósfera y con el tiempo en el cual la película fue hecha, donde aún quedaban resabios de lo que se conoce como "teatro filmado", una maldición que siguió al cine hasta principios de los años 30 y pocos cineastas (salvo algunos talentosos genios) pudieron escapar en su tiempo. Pese a todo esto, es una película con una gran atmósfera, impresionantes sets, actuación memorable de Lon Chaney Jr. y quizás el más famoso de los monstruos del cine mudo de todos los tiempos.
8/10

jueves, 13 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 52: 1408 (2007)

Desestructuración de la mente, por Jaime Grijalba.
Hay varios elementos que hacen que uno aplauda esta modesta producción hollywoodense de terror con grandes actores como John Cussack y Samuel L. Jackson entre los convocados. Sin embargo, esos pequeños y muy apartados momentos de brillante ejecución y emocional conexión no son lo suficiente como para levantar la película a la simpleza y efectismo que tiene en su núcleo fuerte: ser una película de Hollywood sobre una pieza que está maldita en un hotel. Basada en una historia de Stephen King, sin duda tenemos acá una de las adaptaciones más decentes de los últimos años de su obra, más allá de "The Mist" (2007) que está simplemente en otra liga por el sólo hecho de estar dirigida por el maestro Frank Darabont. Podríamos decir que es de las mejores adaptaciones de una historia de King que no haya sido adaptada por Frank Darabont en los últimos, digamos, 8 años. El principal problema es la premisa, en cuanto a cómo fue evitada lo mayormente posible, que era tener a un hombre solo en una pieza de hotel, solo y que fuera asediado constantemente por fantasmas que bien podrían ser manifestaciones horrorosas del pasado de la habitación, o simplemente su mente perturbada y traumada está haciendo que tenga este tipo de alucinaciones. ¿Por qué es esto un problema? Porque la gente de Hollywood cree que no va a querer ver una hora y media de una persona encerrada siendo enfrentada constantemente a monstruos y fantasmas, todo para finalmente quedar con la duda de si era cierto, así que lo evitan poniendo largas escenas antes de llegar al cuarto, poniendo a Samuel L. Jackson en un papel inútil y poco interesante, poniendo a gente que entra y sale constantemente de su pieza pese a que supuestamente no puede salir, entre otros asuntos.
Pese a todo, mi parte favorita es cuando él escapa del cuarto y el horror continúa, resquebrajando la realidad en la que se encuentra, de alguna manera quebrando su mente más de lo que cualquier espectro hubiera podido hacer en su estadía en el cuarto 1408, y pese a que entiendo estas escenas fuera del cuarto como una forma de hacer valer el tiempo de la gente y no dejarlas encerradas en el cuarto todo el tiempo, aún así me gustan, las encuentro visualmente interesantes, sobre todo cuando todo se viene abajo. Sin embargo, me quedo con las ganas y empiezo a pensar en qué clase de obra maestra habríamos tenido entre manos si toda la cinta hubiera sido él encerrado en la pieza sin poder salir y siendo enfrentado a diversos espectros y traumas. Habría requerido un director y guionista que no permitiera que nos aburriéramos del decorado, y a la vez, algo más corto en su extensión, un montaje más acelerado en ciertas partes... qué sé yo, es un desafío, y no es primera vez que se re-adaptan cuentos o libros de Stephen King a la pantalla, sería bueno ver otra versión de esta historia.
7/10

miércoles, 12 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 51: An Evening with Edgar Allan Poe (1972)

La Solución, por Jaime Grijalba.
Hace poco, un conocido bloguero de la internet, que también resulta ser profesor de literatura, estaba preguntando sobre cuentos interesantes de Edgar Allan Poe que puedan hacerse leer a los jóvenes y que no fueran los mismos de siempre, pues tanto él como los alumnos se estaban aburriendo de leer siempre los mismos. Yo, humildemente, le di una corta lista de los cuentos que había leído recientemente y que me habían parecido interesantes y que no habían sido tan discutidos entre los críticos de Poe. Luego, cuando nombró el clásico cuento "El corazón delator", me acordé de este magnífico experimento de teatro filmado con grandes escenografías, vestidos y similares, interpretado por Vincent Price. Le sugerí que tal vez en vez de hacerles leer ese cuento, por qué no mejor simplemente los hacía ver a otra persona contarlo integramente, que es lo que hace Vincent Price en esta corta película de 52 minutos. Cuenta "El corazón delator", "La esfinge", "El barril del Amontillado" y "El pozo y el péndulo" de la manera más fiel que se le puede tratar a Edgar Allan Poe, con una lectura dramatizada perfecta. Les dejo la película y mi recomendación para los profesores.

8/10

martes, 11 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 50: E tu vivrai nel terrore - L'aldilà (1981)

Cine, por Jaime Grijalba.
Hay algo eminentemente cinematográfico en la forma en que se cuenta visualmente la historia presente en The Beyond, y esto se puede dar en cada paso, cada escena y cada elemento puesto en juego en esta casi obra maestra del horror italoamericano dirigido por Lucio Fulci, alguien que sabía perfectamente las implicaciones filosóficas y fisiológicas que tenía el acto de ver el cine, y es entonces, en el ver, donde hace el juego más importante con la trama, el horror y la atmósfera que rodea a los personajes principales. Eso aparte de ser una de las películas de terror más visualmente importantes en la historia, pese a su fama de cinta de horror de clase B italiano, pese a ser considerada una mala película por muchas personas por mucho tiempo, es ahora, con el renacimiento de la admiración por Mario Bava y las nuevas generaciones de críticos que empezaron a encontrar un valor más allá que el de producir terror en la obra de los artistas italianos, norteamericanos, franceses, entre muchos otros que se dedicaron al cine de bajo presupuesto de género.
Partiendo por las primeras escenas, reminiscentes del cine mudo y en blanco y negro, nos muestra una escena en sepia de un hombre pintando un cuadro mostrándonos cómo es el más allá y, de alguna manera, abriendo una de las puertas del infierno que lleva a ese lugar. Somos mudos testigos del asesinato por parte de una muchedumbre iracunda, filmada correctamente, con mucho melodrama, sangre, audios increíblemente explotados de los gritos del asesinado (lo cual le da un tono importante a la hora de tener silencio presidiendo y primordialmente porque no dice nada más, misterioso) y marcas de edad en el filme, poniéndonos en la época antigua en la cual transcurre este flashback. Aquí funciona, al contrario de lo que ocurría en "The Evictors" (1979), donde simplemente se cambiaba el color por el blanco y negro, con un decoloramiento feo y poco elegante, siendo filmado con la misma horripilancia con la que fue grabada el resto de la película. Aquí hay un sepia exagerado, casi un rojo absoluto en ciertas partes, con una elegancia de cine mudo que pocos han podido imitar, una sangre fría que es elegante y sangrienta.
La cinta empieza y nos transporta al "presente", loa años 80 en Louisiana, donde nos empiezan a contar la historia de una mujer que ha heredado un hotel, el hotel donde fueron a buscar a este artista para matarlo esta furibunda multitud. Inmediatamente y sin esperar mucho tiempo nos encontramos con los primeros momentos extraños y llenos de horror. Un hombre parece ver a una mujer demacrada y muerta en la ventana donde está trabajando sobre un cadalso, el shock lo hace caer al suelo (cabeza primero) rompiéndosela y sangrando profusamente, gritando incoherencias acerca de un ser sin ojos. Luego de eso, se nos presenta el personaje de una mujer ciega que parece saber mucho más de lo que dice y que parece tener una conexión mayor con lo que subyace bajo el hotel. Es interesante el concepto de la mujer ciega como la mujer con conocimientos, o de la posibilidad de que no estuviera realmente ciega.
A través de la visión es la primera forma por la cual entran las películas a nuestra mente, y es quizás el elemento más explotado de los filmes de Lucio Fulci, la visualidad extraordinaria, los encuadres, los movimientos de cámara, el color, la iluminación. Es por eso que resulta curiosa la obsesión con esta mujer, siempre hermosamente encuadrada, peinada y rodeada de una belleza cinematográfica que ningún otro personaje puede disfrutar en toda la película, pero que resulta ser ciega, estando imposibilitada de disfrutar lo que la rodea. De alguna manera se aplica a las reacciones que recibiría la película, pues es una película bellísima, pero tal vez no muchos sean lo suficientemente inteligentes como para verlo, es por eso que la mujer ciega, de alguna manera, se cree inteligente, como lo hacen los críticos ciegos, cree tener un entendimiento que no le sirve para nada, pues termina devorada por las fauces de su propio perro guía, es decir, matado por su propia inhabilidad de captar la belleza.
Esta instancia se vuelve a repetir al final de la película, cuando entramos al Otro Lado de la vida y nuestros personajes empiezan a asimilarse como la mujer ciega, es decir, al adquirir un conocimiento de lo que es lo otro, se vuelven ciegos y no pueden ver más que el dolor que implica todo el asunto. Hay que destacar que la cinta cuenta con numerosos elementos e instancias de asesinatos donde la parte más dañada es el rostro y principalmente los ojos (o un ojo), lo cual vuelve a reforzar su discurso acerca de cómo las imágenes fuertemente estéticas tienen que ser vistas con el corazón y no con el ojo clínico del conocimiento, pues de alguna forma, todos estos personajes resultan curiosos por ese elemento que se encuentra más allá de nosotros y que no debería ser de nuestra incumbencia (al menos no aún) y por ende son castigados. Tal vez esa instancia de la curiosidad/castigo resulte conservadora en términos políticos, pero creo que esta película tiene que verse como un tratado estético sobre el arte pero desde el punto de vista del sentimiento, es decir, del "arte como experiencia sensorial".
Ah y luego salen los zombies.
9/10

lunes, 10 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 49: Gojira no gyakushû (1955)

El Regreso más Esperado y más Desaprovechado de la historia, por Jaime Grijalba.

Seguir "Gojira" (1954) no era un deber, pero dada la popularidad de la película original, la continuación no pudo hacerse esperar, e increíblemente, esta película (Godzilla Raids Again) indica una unicidad dentro de su propia existencia que la hace lo suficientemente interesante como para mirarla con cierto análisis exhaustivo. Por ejemplo, tenemos que esta es la única secuela de la cinta original que sería grabada en blanco y negro completamente, de ahora en adelante, todas las películas de la serie de Godzilla serían filmadas en color (y vaya en qué colores) por toda la eternidad. También tenemos que es la primera vez que Godzilla se enfrenta a otro monstruo en vez de enfrentarse contra la ciudad de los humanos, algo que se repetiría a lo largo de los próximos años, formando parte de la columna vertebral de la serie, transformándose en una serie de 'Godzilla versus ALGO' , lo cual funciona porque es precisamente eso lo que estamos buscando, monstruos gigantes luchando entre sí. También tenemos otro elemento que se repetiría mucho más adelante en la serie, que es el asunto de olvidarse completamente de lo que pasó en la película anterior. En este caso, tenemos que la cinta anterior termina con Godzilla desintegrado por la bomba de oxígeno (uno de los finales más increíbles y tristes de la ciencia ficción de los años 50) pero ahora se ve que Godzilla aparece nuevamente desde el océano (avistado por unos pilotos de avión que serán nuestros desagradables protagonistas) sin ninguna mención directa a todo el asunto, incluso habiendo actores que se repiten en ambas películas, pero que hacen papeles completamente opuestos. El monstruo contra el cual se lucha es Anguirus, y creo que aquí viene la mayor falta de la película: las peleas se ven completamente ridículas, aceleradas para dar la ilusión completamente opuesta a la que le daba el lento avanzar de Godzilla por las ciudades de Tokyo (en esta ocasión, Osaka), se ve mal y no sé a quién se le ocurrió esto. Lo peor, pese a las batallas aceleradas y una de las peores tomas de Godzilla de la historia, la película se sostiene gracias a la presencia del monstruo destruyendo la ciudad (y la primera vez que destruiría la mítica pagoda) y un romance entre los protagonistas humanos, que no resulta sobrante, aunque sí vuelve la película un poco lenta. Sacando toda la seriedad e increíble atmósfera de la original, esta película apenas resulta entretenida dentro del canon fílmico de Godzilla, pero menos mal que todo se arregló pronto.
7/10

domingo, 9 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 48: Le frisson des vampires (1971)

Discurso hablado y visual, por Jaime Grijalba.
Hay un cierto terreno que queda violado en tu cerebro cuando eres testigo de tu primera película (largometraje) del recientemente fallecido genio francés Jean Rollin. Monotemático como pocos directores, todas sus cintas de terror recurrían al mismo "género" del terror de vampiros, y en específico a las vampiros lesbianas, pero siempre con distintos grados de extrañeza, actores, elementos de discusión, ilusiones visuales, lo cual lo termina catalogando en el mismo nivel de directores como Yasujiro Ozu, que se dedicaron toda su vida a contar la misma historia una y otra y otra vez, perfeccionando, haciendo pequeñas variaciones, cambiando actores aquí y allá, experimentando con el modo de mover la cámara (o no moverla), en ese sentido me resulta bastante fácil y no me produce nada de remordimiento comparar a los dos y, quizás en algún futuro, cuando me sienta lo suficiente perito en los filmes de ambos directores, ponerlos al mismo nivel en el panteón cinematográfico: un director muy valorado (tal vez un pelín sobrevalorado, pero no mucho) y otro que ha sido subvalorado prácticamente hasta su muerte.
En esta ocasión, el filme de Jean Rollin que nos convoca es la locura conocida como The Shiver of the Vampires, que transcurre en un viejo castillo en un pequeño pueblo francés, donde viven dos hermanos que han sido convertidos recientemente a vampiros por la amante de ambos, y le han dado la misión a sus dos sirvientas de matarlos a la primera oportunidad que tengan, antes de que despierte la amante de ellos y logre controlarlas. Obviamente fallan, justo cuando en eso llega la prima de estos dos hermanos, la cual se ha casado recientemente y viene vestida de novia a visitarlos y pasar un tiempo antes de partir a Italia en su luna de miel. Claramente no esperan que toda la gente del pueblo les diga que sus primos están muertos, y que lo único que encontrarán serán a las sirvientas que dejaron, pero cuando llegan al castillo se encuentran exactamente con eso.
Con el tiempo vamos entrando en un territorio de escenas, secuencias e imágenes bizarras, extrañas y surrealistas. Quizás la más importante sea el inicio de la extrañeza para nuestros personajes principales, cuando la protagonista, tratando de dormir, mira el reloj de abuelo que tiene y al dar las doce de la noche, este se abre para dar a conocer que dentro dormía una mujer vampiro que seduce y luego se lleva a nuestra protagonista. Luego finalmente aparecen nuevamente los dos hermanos para decir que los rumores acerca de su muerte han sido gravemente exagerados, y es aquí donde los elementos más interesantes de la película son puestos en escena por Jean Rollin, donde deja que estos dos personajes se explayen más de lo debido a lo largo de todas sus escenas sobre-explicando su ausencia de una manera visual diferente cada vez. Lo más interesante es cómo nunca son interrupidos mientras hacen largas diatribas acerca de cómo investigaron los orígenes de su familia, o su carrera como cazadores de vampiros.
Hay elementos divertidos, hay elementos sexuales en juego, hay elementos visuales impresionantes, con grandes usos de luces de colores y un cuidadoso "pintado" de escena con la luz, mostrando y haciendo énfasis en los colores más exquisitos del medio fílmico (rojo, verde, púrpura) en los cuerpos y los lugares que llenan los mismos. Puede tener un final algo flojo, pero la experiencia es sencillamente inolvidable, como tu primera película de Jean Rollin, creo que es una buena experiencia, te da lo que esperas y un poco más de lo que querías, pero eso es tal vez justo lo que te va a hacer seguir buscando.
8/10

sábado, 8 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 47: Alucarda, la hija de las tinieblas (1977)

Jodorowsky was here, por Jaime Grijalba.
Hay varios elementos de esta película mexicana que se relacionan con las enseñanzas y actividades del chileno Alejandro Jodorowsky en ese tiempo en ese país, principalmente a través de su grupo de teatro denominado Pánico, donde buscaban la catarsis del actor y a través de esa catarsis y explotación de los sentidos, revelar la catarsis del público, es decir, se trata de performances donde la exageración, los gritos y la locura generalizada, acompañada por actos similares a los circenses, además de tener una semilla de la psicología y psicomagia que posteriormente realizaría más profundamente en libros y países distintos este verdadero brujo moderno que es Alejandro Jodorowsky. Juan López Moctezuma, el director de esta cinta, era miembro del grupo Pánico de teatro, además de amigo y colaborador de Jodorowsky, aparte, por lo que he oído, supuestamente se encargaba de pintar los decorados tras los cuales tomaba lugar las obras que se presentaban en México, lo cual se muestra con decorados y escenografías que se encuentran en las escenas climáticas de esta película, entregándonas una visión sangrienta e infernal del satanismo, la religión y la perdición del alma humana.
La película nos muestra la llegada de Justine, una mujer cuyos padres han muerto, por lo que viene a internarse a un convento de monjas en los tiempos antiguos pseudo medievales. Ahí conoce a Alucarda, quien empieza a mostrarle el mundo exterior, lo otro, lo distinto, el lado que no quiere mostrarle el claustro religioso con sus constantes y asustadizos discursos religiosos. Rápidamente Alucarda y Justine empiezan a involucrarse de una manera más que amistosa, haciendo claras referencias a ambos lados que existen en el cuerpo humano, además de constantes referencias a la alquimia, elementos que posteriormente serían tomados por Jodorowsky y que ya estarían siendo implementados en sus primeras ideas de cómo cambiar el alma humana, dorarla. Hay una catarsis constante en los momentos en que estas dos protagonistas femeninas están en la misma escena, pues siempre están experimentando los límites de sus cuerpos y su experiencia, casi siempre terminando en gritos histéricos, incluyendo uno muy largo y casi magistral, conocido como el grito más largo de la historia del cine.
Todo esto, tomándolo en cuenta dentro del contexto del teatro Pánico, resulta muy impresionante las formas y figuras que se muestran en pantalla, así como la constante presencia de la figura de la muerte como algo que debe ser enfrentado para poder realizar el cambio necesario. Obviamente la película se desordena a medida que avanza, decantando en más locuras que resultan visualmente impresionantes, pero que en el contexto de un guión mal trabajado resultan en su mayor parte anticlimáticas. Por otro lado, el concepto del vampirismo (al cual se hace alusión en el título de la cinta, al encontrarnos con una ALUCARDA, es decir, Drácula al revés, pero con una A al final, como si fuera no el hijo, sino la hija de Drácula), resulta débil, aunque tiene una secuencia impresionantemente asustadiza y visualmente impresionante, cuando una Justine cubierta de sangre sale de un ataúd.
La película no es perfecta, aunque se demore en las escenas de amor y desangramiento de carácter homosexual, no molestan, sino que es la constante exageración de todo elemento presente, no hay nada que sea normal ni callado ni en medios tonos, todo es muy bueno o muy malo, lamentablemente. Eso deja, curiosamente, a la película con una respuesta media, pero que no resulta una película fácilmente olvidable. Aparte, las constantes menciones de Satanás, Lucifer y otros seres demoníacos la vuelven un poco hartante, cuando creo que pudo haber algo mucho más interesante en juego que la dualidad Diablo/Dios.
7/10

viernes, 7 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 46: The Orphan Killer (2011)

El Slasher Moderno, por Jaime Grijalba.
Hay varias razones por las cuales el slasher es un género que existió y funcionó sólamente en fines de los años 70 y la mayor parte de la década de los 80. Era porque estábamos en los 70s y 80s, vivíamos en un mundo en el cual no cuestionábamos tanto las cosas como lo hacemos ahora, los únicos que estaban atentos a las atrocidades que cometían estas películas (pero que yo encuentro excelentes para discutir y comparar) eran los críticos oficiales y moralistas norteamericanos que consideraban estas películas un crimen misógeno contra el estado de la mujer.
Ahora que la igualdad con la mujer es algo a lo cual hemos estado más cerca que nunca, creo que una película como esta, donde manipula el espectador a sentir un aprecio por su asesino asqueroso que violenta a todos los personajes que son introducidos de manera sangrienta, y como un joven adolescente depresivo que acaba de escuchar su primer disco metal, le echa toda la culpa a la Iglesia, mostrando a curas como pedófilos, a monjas como calientes y a nuestro asesino quemando la foto del Papa Benedicto XVI. Pueril a mas no poder, esta película no tiene excusa para existir, aparte de dejar a los huérfanos como la peor escoria del planeta.
Mal, película, mal. Caca.
3/10

jueves, 6 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 45: Paura nella città dei morti viventi (1980)

Vómito Vital, por Jaime Grijalba.
Fueron entretenidos y formativos esos días que acabamos de pasar ingresando e informándonos acerca de las películas dirigidas por James Isaac. Tal vez en el futuro me den las ganas suficientes como para hacer algún artículo exploratorio más profundo acerca del tema. Pero por mientras, en esos días pasados, tuve la oportunidad de asistir a una nueva Maratón Madhouse, de aquellas que ya forman parte de mi vida diaria como fanático del cine de terror. Lamentablemente, no me pude quedar todo el tiempo que hubiera querido, el ambiente estaba bueno, pero estaba completamente solo y nadie me acompañaba, algo que me pasaba por primera vez desde que empecé a ir a estas estupendas maratones. Entonces, me quedé solamente a ver esta película y luego "The Orphan Killer" (2011), cuando esa terminó, me di cuenta que era tan mala que me quitó el poco ánimo que me quedaba para seguir ahí sentado solo, aparte, me estaba dando hambre. Pero lo bueno de todo el asunto es que pude ver esta gran película de zombies/muertos vivientes/espíritus vengativos lovecraftianos llamada City of the Living Dead, y la disfruté enormemente con el grupo de personas que se encontraba en el subterráneo.
La película parte con una escena que ya nos anuncia el tono de la película: una pieza atmosférica, llena de niebla, tomas largas, zooms y movimientos de cámara no siempre muy limpios, misteriosa y horrorsa. Vemos un cementerio en la ciudad de Dunwich (por qué tomar elementos de H.P. Lovecraft para ilusionar a la gente con que tu película tendrá temas de Lovecraft y finalmente no hacer referencia ni remota a Nyarlathotep), por donde camina solitario un cura, demacrado y pálido, que se acerca a un árbol y finalmente se ahorca en él, mostrándonos sus increíbles y asustadizos ojos abrirse demoniacalmente. Al mismo tiempo en Nueva York somos asistentes a una sesión de espiritismo, donde una mujer grita que ve la ciudad de los muertos, tal cual como se describe en el libro de Enoch, y que ve lo mismo que acabamos de ver nosotros en Dunwich, pero ella además ve a los muertos salir de sus tumbas, entonces, la mujer en trance cae muerta al suelo, o eso creemos. Posteriormente un periodista la encontrará en su tumba, gritando para poder salir, en una secuencia que da miedo, pero que de alguna manera desespera por lo larga que es y el tiempo que toma en resolverse.
Pero de todas maneras Lucio Fulci lo que quiere no es lanzarnos a los zombies en la cara en los primeros minutos, sino que planifica adecuada y cuidadosamente todos los pasos para dar una base sólida a la presencia de los muertos vivos, pero claramente tiene que tenernos interesados por el camino, así que nos da señales de cómo los portales del infierno se van abriendo de a poco, mostrando vistazos a lo que pueden hacer estos seres venidos del infierno. La secuencia más memorable es cuando a una mujer, luego de mirar al cura muerto, empieza a llorar sangre por los ojos, y luego lentamente empieza a vomitar sangre, luego trozos de carne y finalmente todos sus órganos, es la escena de desangramiento y destripamiento más limpia, bella y asquerosa que he visto hasta ahora, y debo aplaudir a los que hicieron los efectos, una belleza de simpleza absoluta.
La música tiene algo del clásico "score" rockero italiano onda Goblin que tienen todas las cintas de terror italianas de los maestros, pero aquí resulta bastante acorde con las acciones que ocurren en escena y todos los elementos puestos, así como el color. Me encanta que el color en general fuera deslavado, algo que le daba un cierto estilo de mundanidad al asunto, aumentando el horror debido a que uno empieza a pensar que esto puede estar sucediendo en cualquier momento. La cinta no está privada de cierto humor, a veces explícito y otras veces a expensas de ciertas decisiones de dirección. Por ejemplo en una escena el periodista dice "es una larga historia" y cortamos a él en otro lado diciendo "bueno, esa es toda la historia", y no pudimos evitar todos los que estábamos en el subterráneo del bar reir a carcajadas por lo astuto y divertido que resultaba.
Finalmente la cinta puede resultar muy larga, pese a que dura menos de hora y media, pero es que hay ciertos momentos en que la lentitud de la cámara y los movimientos de los personajes puede resultar algo desesperante, mejor hubiera sido tener una excelente película de hora y cinco minutos que algo que pesa demasiado en su hora y media. Pero aún así hay maravillas técnicas, buenas actuaciones y gusanos come carne que atacan a los vivos. ¿Qué más podemos pedir?
8/10

miércoles, 5 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 44: Pig Hunt (2008)

Así llegamos al final de esta breve retrospectiva de la filmografía de James Isaac. Tal vez no un excelente ni de los mejores directores de terror de la historia del cine americano, pero terminamos aquí con una nota amarga, pues su vida terminó cuando estaba demostrando que tenía dedos para el piano y muy altas probabilidades de hacer una gran película en su futuro cercano, como demuestra en esta última película que pudo realizar en su corta vida (cumplía 52 años), donde logra juntar una gran sensibilidad cinematográfica, con cierta expertise actoral, una historia que resulta interesante y tiene ciertos giros experimentales que no solemos ver en el cine moderno de terror contemporáneo, y como siempre esperar de James Isaac, una nueva historia a la cual hincarle el diente (jaja, qué chiste más malo), diferente a todas las que ha hecho anteriormente, en esta ocasión poniendo en juego a un grupo de jóvenes que se va a cazar cerdos salvajes para comerlos en el mismo lugar, pero se encuentran con un grupo de hillbillies de la peor clase, que se enojan cuando entran a su territorio, todo eso mezclado con la aparición de un cerdo salvaje gigante que se dedica a magullar y comerse a aquellos que no son lo suficientemente fuertes para enfrentarlo valientemente.
Aparte de ser la última y la mejor de las películas que dirigiera James Isaac, la cinta tiene un valor especial pues me permitió encontrar algo dentro de su obra para catalogarlo como un auteur o autor cinematográfico. Hay algo en las tramas que elige y en la forma que tiene de mostrarnos y editar esas historias que resulta siempre peculiar. Como nos hemos dado cuenta a lo largo de estos días, las películas de James Isaac siempre tienen varias capas y tal vez le gustan las ideas con varias capas, como por ejemplo en "The Horror Show" (1989) donde tenemos una película de policías, con una de asesinatos en serie, con una de alucinaciones psicóticas al más puro estilo de Cronenberg y para ponerle una guinda al final, referencias cinematográficas por doquier, partiendo por referencias a los clásicos del slasher como el famoso Freddy Krueger, desde donde se sacan varias ideas para interpretar al malvado de la cinta. Por otro lado tenemos a "Jason X" (2001) que es un slasher clásico pero con diversos giros, por ejemplo, está el hecho de que suceda en el futuro, que Jason se transforme en un cyborg gracias a nano-máquinas, terminando con un escenario virtual que nos lleva a recordar los mejores momentos de la serie original, mezclando lo nuevo con lo viejo, creando un comentario sobre cómo la nostalgia es siempre algo virtual que no puede volver (eso suena como un argumento para decir que la película es buena, pero no lo es). Tenemos también "Skinwalkers" (2006) que logra mezclar varios elementos de manera airosa y comprensible para el público, como es el tener una historia de hombres lobo, una leyenda o profecía milenaria que proviene de los tiempos de los nativos norteamericanos, una batalla inmemorial por la cura de su maldición o bendición, lo cual pone en juego la dualidad de adquirir el poder, así como crear una metáfora de las drogas respecto al uso del poder por parte de estos hombres lobos, lo cual resulta interesante cuando todo se mueve a una fábrica abandonada. Finalmente tenemos esta, "Pig Hunt" (2008), la cual también le trajo sus mejores críticas no solamente de críticos especializados, sino también de los críticos específicos del cine de terror, un grupo que es difícil de hacer que admiren algo de estos días, entonces, tenemos aquí una cinta que se retuerce constantemente acerca de lo que se trata, pues pasa de ser un drama complicado de la relación entre los personajes en un viaje tenso, a una película de terror, una caza de humanos por parte de otros humanos, pero que finaliza con la caza final, el enfrentamiento al cerdo salvaje gigante, claramente entregándonos dobles entendidos respecto al título de la cinta, ¿quiénes son los verdaderos cerdos si no nosotros?
De alguna manera, con esto he hablado de la trama, así que pasaré a admirar la espléndida fotografía, el gran uso dado a los exteriores y una interesante atmósfera febril que se forma en los últimos 30 minutos y que resulta ser toda una delicia en cuanto a su uso de colores y de actuaciones extrañas que se salen de todo lo que antes había sido construido, rompiendo los esquemas de manera experimental para las cintas de terror que se realizan en estos días. Finalmente, tengo que decir que la primera media hora o incluso un poco más resultan tremendamente aburridas, hay que pasarlas para llegar a lo bueno, y lo bueno es muy bueno, así que lo recomiendo con toda violencia.
No creo que sea capaz de escribir un libro sobre James Isaac, pero creo que he sido de los pocos que he tratado de hacerle justicia a su nombre. No era de los mejores directores, pero tenía una carrera interesante por delante en el mundo del cine independiente de terror (que fue donde se residió para esta última cinta). Así que por él, vamos a seguir con estos 100 Días de Terror.
7/10


Retrospectiva James Isaac (1960 - 2012)
· The Horror Show (1989)
· Jason X (2001)
· Skinwalkers (2006)
· Pig Hunt (2008)

martes, 4 de septiembre de 2012

100 Días de Terror - Nº 43: Skinwalkers (2006)


Nos encontramos en el penúltimo día de nuestra breve retrospectiva de la obra directorial de James Isaac en el género del terror (la única razón por la cual estamos haciendo esta retrospectiva en esta fecha, con el fin de celebrar los 100 Días de Terror, la locura más grande que he hecho en mi vida, sin duda), que fue al único al cual se dedicó en su faceta de efectos especiales y posteriormente como director. Lo bueno de su cinematografía (no sé si podríamos llamar autoral, esperaré a terminar su última película) es que nos encontramos con distintos ejemplos de horrores a los cuales podemos recurrir, porque los sustos, las criaturas y todos los elementos son distintos de película a película: tenemos un asesino en serio que se apodera de una casa y hace tener alucinaciones a los personajes a los que quiere asesinar; luego tenemos una película "mainstream" donde un asesino en serio va al espacio a seguir con su ininterminable cantidad de muertos a su haber, transformándose en cyborg, para darle algo de enjundia; y ahora nos encontramos con una historia de hombres lobos legendarios-aborígenes-americanos que se encuentran en una conspiración-batalla mundial-civil entre dos facciones, elemento mesiánico-infantil incluido... wow, esta debe ser la más compleja de todas hasta ahora.
Claro que compleja no equivale a buena película, y eso lo saben muchas personas que han tratado de hacer su vida de sobre complicar elementos mínimos de la vida, la historia y otros temas para hacer cine aburrido y sin ninguna clase de emoción verdadera a la cual aferrarse. Sin embargo, complejizar es algo que el cine de terror hace muy rara vez, y siempre es bueno ver a un director que decide subir de nivel en vez de contentarse con lo más básico que existe (y en ese sentido, mañana les diré cómo eso se aplica a una teoría que estoy empezando a formar acerca de James Isaac como director). Bueno, la cosa es que tenemos una película de hombres lobo, y la verdad ha habido sólo un par de películas con estos peludos monstruos que me gustan realmente, el resto las dejo pasar sin pena ni gloria, no me interesan y encuentro al hombre lobo el personaje menos interesante del increíble mundo de los monstruos, en ese sentido encuentro mucho más atrayente el paralelo que realiza Stephen King en su libro-ensayo "Danza Macabra", donde nos dice que la base para las cintas de hombres lobo actuales se puede encontrar en la novela corta de Robert Louis Stevenson, "Dr. Jekyll y Mr. Hyde" y sobre eso mismo puedo decir fácilmente que me gustan mucho más las películas que tienen a estos dos personajes que cualquier otra, y esta cinta a la cual miramos hoy no es la excepción para mí en mi disgusto/preferencia.
La película es interesante en su estructura, pero sufre de varios problemas de baja intensidad actoral, que hacen que todas las escenas en su consecuencia pesen menos debido a la poca pasión que encuentran los actores para decir sus líneas. Parte con una explicación de estas criaturas que se transforman en lobos bajo el nombre de Skinwalkers, y luego nos presentan rápidamente con los dos lados de la moneda de los Skinwalkers: aquellos que quieren vivir como bestias salvajes para siempre y los otros que lo toman como una maldición y la peor forma de vivir, buscando activamente una cura para su aflicción. La cura parece residir en un niño, el hijo de nuestra seudo protagonista (la película funciona mucho mejor como cinta de elenco que otra cosa) que resulta haber tenido una relación muy cercana con un hombre-lobo y el hijo sería el único con sangre mixta en todo el universo, lo cual le daría a ellos la posibilidad de curarse, ya que él nunca se ha convertido como ellos. Hay algo de secta secreta que resulta interesante en la forma en que protegen y evitan que se conozca el paradero del niño, pero el descubrimiento resulta muy sencillo cuando llega, aunque da a lugar a tiroteos y luchas entre los hombres lobo, algo siempre divertido de ver.
Los problemas de la película vienen por la poca cantidad de violencia explícita, lo cual pudo haber añadido algo de intención y valor a las escenas de más violencia (al final resultan ser bastante "tame" para una película para mayores de 18 años). Aparte, los efectos especiales están lejos de ser lo mejor que tenía la industria para el año 2006, pero sin embargo, no molestan y menos resultan risibles. Hay harto que disfrutar, pero a la vez mucho que condenar en una cinta de este tipo. Es una historia interesante, pero ciertas decisiones técnicas y actorales no le van bien. Aún así, los fanáticos del género querrán echarle un vistazo rápido y sin pensarlo mucho.
6/10


Retrospectiva James Isaac (1960 - 2012)
· The Horror Show (1989)
· Jason X (2001)
· Skinwalkers (2006)

Mañana:
· Pig Hunt (2008)